Capitulo 5

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Narra Ryan
  El sol justo da en mi cara así que me despierto porque me molesta demasiado además tengo una leve resaca ya que ayer me tomé unos cuantos tragos en la disco, luego recuerdo todo lo que pasó y lo que hice, miro a mi lado de la cama y allí la veo, bellísima, hasta durmiendo parece un ángel...aahs pero que digo, yo no puedo enamorarme de Ali, es preciosa y tiene todo lo que una buena mujer debe de tener,pero no puedo porque la lastimaria demasiado si me llegó a enamorar de ella, después de que termine el contrato debo dejarla libre, pero no quiero porque si la dejo libre ella conocera a otro hombre, se enamorara, se casara y eso yo no puedo permitir porque de sólo pensar que ella está con otro hombre la sangre me hierve, yo la quiero sólo para mi, no la quiero comparatir con nadie más porque ella es mía, sólo mía y de nadie más, pero si la dejo conmigo eso implicaría enamorarme de ella, asi que lo mejor que puedo hacer es actuar indiferente con ella o por lo menos tratar de serlo, en eso ella despierta, de seguro sintió mi mirada pesada en ella todo este tiempo, ya que la estuve mirando desde que desperté
-Buenos dias-me dice ella con una voz tremendamente sensual, o es que yo ya me estoy volviendo loco y todo en ella lo encuentro sensual, aahs eso me cabrea
-Que tienen de buenos- le respondo tratando de no mirarla mucho ya que si lo hago me dará una maldita erección
-Que te pasa?- me dice ella por la forma en que le respondo y se levanda bruscamente sin darse cuenta de que solo lleva mi remera y además se le subió cuando estaba durmiendo y quedó doblado, yo lucho para no tirarmele encima
-Pasa que te duermes en mi cama y me incómodas, además me hiciste perder  mi liga de anoche- le digo mintiendole descaradamente
-Pero si tu fuiste el idiota que me sacó como costal de papas cuando más estaba disfrutando de bailar con Cris- me dice ella y con eso mi humor empeoró, debia de nombrar al imbécil ese..
-Pero querías que dejara que te manoseara, acaso te gusta el imbécil eeh?- le respondo y pregunto a la vez
- Y si así fuera que?- me responde, eso me cabrea demasiado así que la acorralo contra la pared y meto mi cabeza entre su cuello y aspiro su delicioso aroma que me vuelve loco
-El imbécil ese no puede gustarte porque tu estas casada conmigo, el que debe gustarte soy yo, el que debía bailar contigo de esa manera soy yo, y el que va a deborar esa deliciosa boca ahora soy yo, porque tú eres mía- le respondo ,y no dejo que diga nada más porque me adueñó de su boca y la beso como si el mundo se fuera a acabar, mordisqueo su cuello para dejarle marcas, mis marcas
-Te quedo claro?- le pregunto con la voz más ronca que lo normal de tan excitado que estoy
-Si..si.si- responde ella con dificultad y sin más le vuelvo a deborar la boca a mi antojo, creo que me estoy volviendo adicto a sus labios, esto de ser indiferente con ella es imposible, porque no soporto verla nisiquiera hablar con otro, ella es mía...

Solamente mía!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora