Capitulo 15, Mamá de Chase.

379 24 16
                                    

Estábamos todo el grupo en la habitación de Eva, Lili y Amelie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estábamos todo el grupo en la habitación de Eva, Lili y Amelie.

Estaban intentando calmar a Eva, y digo intentando porque no conseguían una mierda, Eva estaba más loca que la profesora cuando hablo en su clase.

-Eva, joder. Entiendo que tengas rabia, ese chico está inculpando a tu madre pero ¿Podrías calmarte? Lili no está tan loca como tú.- Habla Thomas agarrando por los hombros a Eva y señalando con la mirada a Lili, que se encontraba sentada en su cama con la cabeza gacha, se sentía mal, si. Pero como dijo el rubio, no estaba tan loca como Eva.

-Inculpando? Quien quita que sea verdad.- Habla Addison con su voz chillona y yo no tardó en soltar una ruidosa carcajada, ganándome así una mala mirada de la pelirroja con pecas.

-Tu no hables coge profesores, y tú no te rías, coge madrastras.- Nos dice Eva mirándonos con odio.

-Que yo sepa tu no eres una madrastra.- Le digo con una sonrisa pícara, mientras de reojo veo como todos nos miran sorprendidos.

-Ah? Que te coges a Damián? Bien que te lo tenías guardado pequeñina- Dice Amelie con una pequeña sonrisa.

-Mira si yo voy a estar cogiéndome al sin madres este.- Dice Eva señalándome con la cabeza. Todo iba bien hasta que tenía que tocar ese tema. Hija de puta.

-Por lo menos la mía no está presa.- Le digo con una falsa sonrisa.

-Bueno, por lo menos la mía está viva.- Eva se ríe pero deja de hacerlo cuando recibe un golpe en la nuca de Aranza que se encontraba al lado de ella.

Encierro mis manos formando un puño y salgo de la habitación resonando la puerta.

Al irme a mi habitación choco con dos señoras, una un poco más joven que la otra.

Las miro con rabia pero después suavizo mi mirada. Discúlpenme, no las ví.- Al terminar de decir eso no espero respuesta y me voy a mi cuarto. Ante todo la educación.

Narradora omnisciente:

Las dos señoras se quedan mirando como el muchacho se aleja de ellas.

-Tamara, es el?- Le pregunta la joven a la señora mayor.

- Sí, es el.- Responde esta con los ojos llorosos al recordar lo vivido con el muchacho.

-Piensas decirle?- Pregunto la joven con curiosidad, sabía que a la mujer que la había criado le importaba mucho el chico del que estaban hablando.

-Aun no me siento preparada para darle la cara, pero en algún momento el tendrá que saber la verdad sobre su madre.-

Las dos mujeres se alejan del pasillo y atrás de ellas se encuentra un joven fantasma confundido por lo que acabo de escuchar.

Las dos mujeres se alejan del pasillo y atrás de ellas se encuentra un joven fantasma confundido por lo que acabo de escuchar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Seguía pensando en lo de mi mamá mientras sentía el chorro de agua caer por todo mi cuerpo. ¿Cómo era posible que mi madre estuviese presa? ¿Acaso ella en serio es culpable? Aparte. ¿Y mi padre? ¿Por qué mi padre no estaba en cana también?

Alejo esos pensamientos de mi mente y salgo de la ducha mientras me seco con la toalla, necesito olvidarme de lo que está pasando por lo menos unas horas.

Camino a mi habitación y cuando llego no encuentro a nadie, ahí es donde me acuerdo que es la hora del desayuno y todos se encuentran en el salón de comer.

Si tan solo hubiera una manera de hablar con mi papá... Espera. Espera. Espera.

Los padres se ven obligados a venir ante cualquier llamado urgente de la dirección, y esto pasa cuando le sucede algo al estudiante o cuando este mismo hace algo mal o se comporta de manera no adecuada.

¿Y adivinen quien es experta en comportarse de manera no adecuada?

Lo que voy a hacer es una locura y un acto muy bochornoso, pero si esa es la única forma de hablar con mi padre, tendré que hacerlo.

Salgo de mi habitación directo al salón, así como leen, en toalla, sin haberme cambiado. Ya verán lo que haré.

Entro al salón secandome el cabello, todas las miradas quedan fijas en mi, unas con impresión, otras con diversión y otras con admiración.

Aunque mi hermana mayor me miraba con cara de que quería matarme.

Y con esa misma cara se acerca la directora y me jala del brazo llevándome a los pasillos dónde nadie nos vea.

-Se puede saber que hace señorita?- Habla esta con un tono de voz elevado. ¿Quien se cree que es? Ah, sí. La directora.

-Acaso he hecho algo malo directora Elsa? Solo me acercaba a desayunar.- Uso mi tono de voz dulce, con inocencia claramente falsa.

-Mire señorita, no sé qué trata de hacer pero es mejor que se comporte porque- La interrumpo agresivamente.

-Por qué que?- Le digo de forma grosera.

-Porque no quiero darle un castigo, aparte, su mamá esta pasando por un momento difícil como para que le de más dolores de cabeza.- Termina de hablar y yo no puedo ocultar mi furia.

Me hierve la sangre de la rabia, y hago lo que primero se me ocurrió, esto no estaba en el plan, pero definitivamente iba a salir bien...

Llevo mi mano fuertemente a mi mejilla pegándome una robusta cachetada, mis ojos no se tardan en poner llorosos y a pesar de que no fue tan doloroso me esfuerzo en sacar lágrimas falsas.

La directora Elsa me mira con confusión e impresión, la pobrecita no entiende nada.

En el pasillo no tardan en llegar las personas, los profesores, los estudiantes, los empleados y toda esa gente.

Llevo mi mirada hacía ellos mientras me acaricio mi mejilla que ya tiene un fuerte color rojo.

-La directora Elsa me ha pe-pegado...- Les digo con voz débil, casi me cago de la risa al ver la cara de sorpresa de Elsa.

- Les digo con voz débil, casi me cago de la risa al ver la cara de sorpresa de Elsa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota de autora: La Eva es mala, ehh.

Lili en multimedia.

El Internado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora