🏳️‍🌈Capítulo 2🏳️‍🌈

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Sentí el corazón en la garganta mientras cruzaba el salón, Taylor disimuló nuestras manos hasta el punto en que parecían una, ¿acaso le gusto?, Por Dios, apenas lo conozco y viceversa, o tal vez estoy sacando demasiadas esto,al llegar a nuestros pupitres, el me soltó la mano y con suerte, me pude sentar de manera torpe, tratando de enfocarme en la clase, trigonometría para novatos, son triángulos, ¿cierto?, la ciencia de los triángulos, bla bla bla, el profesor hace una pregunta y soy el primero en responder, me gustan las figuras, y soy muy bueno pintando, solo Albert ha visto mis pinturas, sólo él y nadie más.

La clase se pasa en un abrir y cerrar de ojos, debe ser porque en la clase me dormí y al abrir los ojos, tenía una cazadora, que tenía una fragancia muy dulce, tanto me gustó que la aspiré por unos segundos, y al darme vuelta, ahí estaba Taylor, mirándome tiernamente—¿Se acabó la clase?— pregunté en un susurro

—Sí—me contesta el, haciendo un pequeño hoyuelo en su mejilla derecha, viéndose más tierno, me levanté de mi asiento para recoger mi mochila— Yo ya la había recogido—dijo mostrándome mi mochila.

—Gracias, no tenías por qué hacerlo— Le dije muy agradecido, mientras me pasaba mi mochila

—Es lo menos que puedo hacer por el chico que me ayudó a encontrar mi sección, y que me ayudará a copiar la clase anterior, que amable eres—me dijo en tono sarcástico, le devolví la cazadora— No es mía, es de aquel chico que te avisó que ibas a llegar tarde a clase, parece muy popular, ¿lo conoces?.

Que si lo conozco, lo amo incluso— Si, es mi mejor amigo, se llama Albert—le comenté mientras salíamos del salón de clase, hablándole maravillas de mi mejor amigo—Es muy inteligente, y también es el defensa en nuestro equipo de fútbol, representó a nuestro país en las olimpiadas internacionales, ¡y ganó!, todos nos pusimos muy felices—dije nostálgicamente—Después fuimos a casa de su novio para festejar su triunfo y-

—¿...Novio?....¿Es gay?—me dice Taylor, sorprendido.

—Si, lo es, medio mundo lo sabe, pero eras de la otra mitad, ahora que lo sabes, ya eres otro porcentaje de este medio mundo—dije sarcásticamente, mientras él me golpeó ligeramente el brazo, ya estábamos en el patio, no veía a Albert en ninguna parte, hasta que lo vi con aquel chico, su novio ¿como era que se llamaba? Ah, si, Ángelo, hasta su nombre es de gay, quiero vomitar...

Estupido amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora