Campeón del Olimpo |Serie Campeón del Olimpo 1|

Capítulo 4

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Capítulo 4 || Escuela

Academia Yancy - Perseo dos meses más tarde

POV de Percy

Otro día aburrido en la escuela, si no fuera por mi amigo Grover probablemente moriría. Mi nombre es Percy Jackson y me enviaron a esta escuela para que me enviaran al campamento. Podrías preguntar por qué fuiste a la escuela solo para que te enviaran a un campamento. He hecho esa pregunta unas veinte veces al día durante dos meses. Verá, soy el llamado Campeón del Olimpo, pero ahora me siento como el campeón de los perdedores. Soy un semi-dios, sí como en los mitos. Mi padre es Poseidón, el dios de los mares, no es que eso signifique una gran diferencia de que nunca esté cerca de todos modos. Sí, sé que soy un llorón, también te quejarías si tuvieras grandes habilidades y poder, pero no podrías mostrárselo ni decírselo a nadie. Tengo que llevar esta doble vida; uno de un adolescente con TDAH y disléxico y el otro como un semidiós todopoderoso. Estoy seguro que piensas que estoy loco Desafortunadamente para mí, me siento un poco loco en este momento. Entré a mi clase de matemáticas y rápidamente me dirigí a la parte de atrás del salón, evitando a los deportistas que intentaban hacerme tropezar ya los idiotas que me disparaban fajos de papel. Me senté al lado de mi amigo Grover. Se sentó a mi derecha con una expresión igualmente aburrida en su rostro. Me incliné y susurré al oído.

"Las cosas de este tipo de Pitágoras, ¿cuándo voy a necesitar saber algo desarrollado por un griego muerto?" Pregunté, sonriendo para mí mismo cuando vi la expresión en el rostro de mis amigos. Ya ve que sabía desde el primer día que conocí a Grover que era un sátiro y que trataría de protegerme. Eso no significaba que no pudiera meterme con él de vez en cuando. Grover se atragantó un poco provocando que otros alrededor de la habitación miraran hacia nosotros. La maestra, la Sra. Dodds, nos fulminó con la mirada a los dos.

"Sr. Jackson y Sr. Underwood, ¿quiere responder a la pregunta?" Preguntó la Sra. Dodds. La miré y luego hacia el tablero. La pregunta del teorema de Pitágoras en la pizarra mirándome. Sabía que la respuesta ayudaba a que mi maestra en el Olimpo fuera Atenea, pero sabía que se suponía que debía hacerme la tonta.

"No señora, no sé la respuesta." Dije con tristeza.

"Entonces la próxima vez trata de prestar atención en lugar de interrumpir la clase". Dijo la Sra. Dodds.

"Sí, señora." Dije mientras otros en la clase se reían de mí. Realmente odio a jugar el adolescente estúpida. La campana sonó unos minutos después de Grover y yo salía de clase. Cuando pasamos junto a la Sra. Dodds, ella me dio una sonrisa de complicidad y le di un leve asentimiento. Una vez fuera del salón de clases, Grover se volvió hacia mí con una expresión de preocupación en su rostro.

"¿Qué pasa G-man, te ves preocupado?" Yo pregunté. Sé que G-man es un apodo poco convincente.

"Ah, Perce, ¿no crees que la señora Dodds quiere atraparnos?" Grover preguntó o casi baló. Definitivamente no es el mejor sátiro encubierto. Perce, ese es el nombre de Grover para mí. De hecho, utilicé el nombre de Percy Jackson en la escuela. Atenea lo consideró más apropiado que Perseo.

"No, ella sólo está haciendo su trabajo." Dije.

"Ella no tiene que ser tan mala mientras lo hace". Dijo Grover. Me reí de mí mismo, si supiera la verdad. Caminamos hacia la cafetería cuando estábamos a punto de abordar un autobús hacia el museo. La Sra. Dodds y el Sr. Brunner, también conocido como Quirón, nos llevaban a un museo. Por cierto, Chiron es este antiguo instructor de héroes en el Campamento Mestizo. Supongo que debería sentirme honrado de que viniera personalmente a verme, pero estaba más molesto por mantener en secreto mi identidad real. Grover y yo nos sentamos en la cafetería hasta que todos los estudiantes estuvieron reunidos. Quirón, me refiero al Sr. Brunner entró en la cafetería en su silla de ruedas. Verás, Quirón es un centauro, mitad hombre mitad caballo, pero esta silla de ruedas es su tapadera en el mundo mortal. Tenía el pelo castaño oscuro hasta los hombros y barba. Siempre usaba estos abrigos y pantalones deportivos de tweed. Siempre olía a café. Rodó el resto del camino hasta la cafetería seguido de cerca por la Sra. Dodds. Me sorprendió que no supiera nada de ella.