Chasing You (JJK)

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Soy una persona bastante difícil de corromper. No fue fácil llegar al puesto de trabajo en el que estoy y no pienso dejar que este grupo arruine mi carrera. Ni si quiera mi ex novio pudo contra eso. Como si fuera fácil para una mujer llegar a donde estoy yo. Tuve que hacerme valer más veces de las que creí ante este rejunte de idiotas.
Me dejo caer en el taburete de la barra pensando una y otra vez en eso. ¿Qué sería de mí si no me hubiese enfocado en mi carrera?

-Hola Mark -saludo en cuanto se acerca.

-Yuri, hacía mucho que no te veía por aquí. ¿Una semana dura? -preguntó dejando un vaso de whisky frente a mí.

-No tanto, fue una buena esta vez.

-Vi eso, no sabía que estabas en el caso. Felicitaciones.

-Gracias -sonrei a medias mirando el vaso antes de darle un trago largo y dejar que lo llenara nuevamente.

-No te tires abajo, no es fácil tu trabajo. Además lo estás haciendo bien, tranquila.

-Es difícil a veces -admiti. -Pero hay semanas como estas que te llenan el alma.

-Ya lo creo.

-¿Y tú?¿Cómo está Rose? -pregunté por su prometida, quien tendrá mellizos en un par de meses.

-Por suerte bien, su madre vino a ayudarnos a cuidarla y preparar la casa para los niños -sonrio orgulloso.

Mark tiene 27 y ya será padre. Lo conozco desde que teníamos 5 años y más que un viejo amigo es mi familia. Pasamos muchos años sin hablarnos después de la preparatoria y, por una casualidad de la vida, nos encontramos en este bar. Él trabajando y yo saliendo de mi trabajo. Eso fue ya hace unos  3 o 4 años atrás, de ahí en más nos vemos algunos viernes por las noches.
Pedí un par de cócteles mientras hablábamos de su trabajo y cómo su jefe a veces intentaba pasarse de listo con él.

-Es un idiota, ya está viejo -se quejó entre risas.

-Tienes trabajo -señale con la cabeza unos lugares más allá en la barra donde un hombre recién se sentaba.

Note su presencia porque es alguien nuevo. Conozco a todos en esta zona, y a él no lo había visto jamás. Recordaría ese perfil tan hermoso, parecía hecho en porcelana.
Volteó a verme y nos miramos fijos un par de segundos hasta que centré mi vista en mis manos. Dejé que mi largo cabello oscuro tapara mi rostro.

-Un whisky por favor -pidio.

-¿Eres nuevo aquí? Digo, es que no reconozco tu rostro -preguntó mí amigo mientras limpiaba algunas copas.

-Si, soy de Daegu.

-Lo supuse, por el dialecto -rieron.

-Mark -llame.

-Diga.

-Dame algo más fuerte. Esta noche planeo festejar.

Se podía decir que ya estaba un poco ebria para entonces, me sentía más relajada y con ánimo. Tomé lo que me sirvió sin si quiera preguntar qué era.

-Eres bastante pequeña como para pedir algo tan fuerte -dijo el desconocido.

-Soy más fuerte de lo que crees -conteste. -Además, no soy pequeña, soy de estatura baja.

-¿No es lo mismo? -rio. Me volteé a verlo.

-Puedo derribarte en un abrir y cerrar de ojos, no me provoques.

-Tambien eres un poco violenta.

-Si, suelen decírmelo.

-Mark -le llamó. Éste nos miraba divertido. -Dos daiquiris. Yo invito.