Prólogo: El comienzo

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Nos ubicamos en un laboratorio, repleto de diversa maquinaria y equipos de trabajo, realizando actualmente unas pruebas a dos niños.

Uno era un chico de cabello oscuro y alboroto, asemejando una palmera, tenía un traje negro con un símbolo en el pecho de color rojo con las letras "R R", cuenta con una cola de mono. La otra era una niña de cabello corto y rosado, está tenía un traje blanco semejante al del chico, pero este no tenía ningún símbolo visible. Curiosamente, esta niña contaba con una cualidad especial como la de su "compañero", no era una cola sino unos cuernos, no muy grandes, pero sobresalientes de su cabello.

 Curiosamente, esta niña contaba con una cualidad especial como la de su "compañero", no era una cola sino unos cuernos, no muy grandes, pero sobresalientes de su cabello

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-Señor, el sujeto Z es extraordinario, cuenta con cualidades físicas sobrehumanas, además de poder manipular su extremidad extra con gran maestría.  En cuanto a la sujeto D, sus cualidades físicas también son superiores al humano, pero no tanto en comparación con el sujeto Z, aunque cuenta con la ventaja de rango de ataque, lo cuál momentáneamente le permite igualar o superar por un poco al sujeto Z, en caso de que nos lleguen a luchar. Aunque a futuro no estoy seguro si ella podrá retenerlo- menciono un científico viendo a ambos infantes en diferentes cuartos de práctica.

-Excelente, dentro de unos pocos años se volverán excelentes soldados para la Red Ribbon, aunque ahora no son malos, todavía les falta un poco más de habilidad, en especial para Z, es un mocoso rebelde, de no ser porque le gusta causar destrucción sería un problema por completo- dijo un sujeto en traje militar, con cabello rubio y ojos azules.

-Esta en lo correcto, General Blue- dijo el mismo científico retirándose para continuar con su trabajo.

Tiempo después. Durante la noche.

Ambos infantes se encontraban en sus habitaciones, frente a la del otro, la niña no podía dormir mientras que el azabache estaba tranquilo de brazos cruzados detrás de su cabeza y con los ojos cerrados.

La niña por su actual insomnio decidió entablar conversación con su compañero por primera vez, irónicamente después de tantos años viéndose, entrenando y combatiendo, iban a tener su primera charla.

La niña por su actual insomnio decidió entablar conversación con su compañero por primera vez, irónicamente después de tantos años viéndose, entrenando y combatiendo, iban a tener su primera charla

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-Oye, ¿sigues despierto?-

Hubo un silencio momentáneo hasta que decidió hablar.

-¿Qué quieres?- dijo con simpleza sin abrir los ojos o cambiar su posición

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