Hace 200 años cuando el reino Versailles aun estaba en Auge un grandioso acontecimiento sucedió, en una noche de tormenta una joven de piel blanca , cabello y ojos dorados toco la puerta del palacio en busca de un refugio a la estruendosa tormentas, mas esa joven no era alguien común, ella buscaba el reino elegido por los dioses para brindarle un preciado regalo, mas en su búsqueda solo había encontrado avaricia, deseo mundano, guerra y odio, sin encontrar aun el castillo vagaba día a día, pero esa noche vio un pequeño castillo y se acerco a el, algo llamo su atención, decidió usar su apariencia, que ganaría esta vez, el deseo de poseerla tal vez otro caería en aquella trampa, sin dar marcha atrás golpeo la puerta recibiéndola un bello príncipe de piel blanca y cabello rojo, vio que en sus ojos no había atisbos de deseo o lujuria al verla, sino compasión y dulzura
- Disculpe usted joven príncipe, ¿puede por favor darme posada esta noche?
- Eso es algo que incluso sin que me lo pidiera se lo ofrecería - Hablo el príncipe con una sonrisa cálida - venga conmigo le daré una habitación
- Muchas gracias - Respondió maravillada con aquel joven, decidió entonces indagar sobre su reino y sobre el príncipe- ¿Puedo saber su nombre?
- Oh perdona, aun no me he presentado, fue muy descortés de mi parte, me llamo Daichi príncipe de Versailles
- ¿Y porque has abierto tu la puerta? acaso no tienes sirvientes
- Yo no tengo sirvientes señorita, tengo familia y en estos momentos todos duermen debido al gran trabajo que realizamos hoy
- ¿Y usted que hace despierto a tan altas horas de la noche?
- ¿Yo?- Pues solo me preocupe un poco por esta tormenta y pensé que alguien necesitaría refugio y ves no me he equivocado- rio - puedo saber su nombre señorita
- Sodomi Kitoshi
- Muy hermoso nombre - Respondió mientras paro frente a una habitación- hemos llegado, puedes dormir acá y quedarte los días que necesites
- Muchas gracias principe Daichi
Sin decir nada mas Daichi partió a la sala dejándola segura en su cuarto, al día siguiente al contrario de lo que pensó Sodomi, Daichi no mostro una segunda cara no trato de colocarle una trampa para poseerla como le sucedió en otros reinos, por el contrario le había ofrecido, comida trabajo y ropa, cuidando de ella hasta que llego el momento de irse
- Segura que debes irte Sodomi
- Nada me haría mas feliz que quedarme príncipe Daichi, pero mi camino no termina aquí, ten seguro que mi corazón siempre estará con ustedes y hay algo que quiero darte en agradecimiento
- No es necesario Sodomi
- Lo es príncipe Daichi, es hora que sepas quien soy en realidad
- ¿Quien eres entonces? - Pregunto confundido
- Soy una sacerdotisa de los montes sagrados Kikai
- Las sacerdotisas legendarias- Esbozo sorprendido
- Si y tu eres el reino elegido por los dioses, tu bondad, generosidad y nobleza son merecedores de este regalo
- Por favor señorita Sodomi, eso no es necesario, solo hice lo que cualquiera en mi lugar habría hecho
- En eso te equivocas joven príncipe, he recorrido mas de 15 palacios en distintas formas, cuando estaba en una forma de anciana vieja y desaliñada era rechazada por los castillos y cuando estaba en mi forma real todos traban de poseer mi cuerpo, en cambio tu no lo hiciste, me acogiste me brindaste apoyo aun cuando no me conocías, cuidaste de mi y me ofreciste tu reino como un hogar, lo has ganado Príncipe Daichi
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Prohibido Enamorarse
RomanceEn el reino de Versailles los hijos del Rey Dragon Luffy y Sanji tenían una grandiosa cualidad, eran capaces de purificar todo lo impuro y sanar a quien estuviera herido, mas lo que unos consideraban una bendición para quien la tenia podía ser consi...