Capítulo 4

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Andrés se enojó un poco al verme pero le dije que me sentía realmente bien como para quedarme encerrada en la casa, era fin de semana y todos los de la oficina tenían planes de ir a un bar cercano a tomar algo, la verdad no me caería nada mal, llevaba tiempo sin salir.

-¿Tienes planes? -Me dijo Andrés mientras arreglábamos todo para irnos.
-Pensaba ir con los chicos a Mood's-

-Pues yo no, así que creo que iré con ustedes.

El ambiente estaba realmente bien, los cócteles no paraban de llegar y la verdad nosotros tampoco parábamos de tomar. Francis, un chico de contabilidad me invitó a bailar y la verdad no lo hacía nada mal, me seguía el ritmo y eso era lo importante.

Luego sonó una canción muy de moda, de este género que todos escuchan... Las chicas se movían de una forma espectacular y deseé intentarlo.

-Lo has bailado? -Le pregunté a Andrés.

-Una que otra vez -Respondió con una copa en la mano, la tomé y la dejé en la mesa, lo jalé del brazo y lo llevé a la pista.

Tomó la iniciativa moviendo mis caderas, yo solo seguía su ritmo, debo decir que me impresiona como se mueve, me había mencionado que no sabía hacerlo bien, pero creo que se equivoca.

Le di la espalda contoneando mis caderas siguiendo el movimiento de sus manos en mi cintura, podía sentir su respiración en mi cuello y como mordía fuertemente su mandíbula cuando me acercaba más a él.

Luego de un tiempo la mayoría ya estaba completamente ebrios o se habían ido, estaba afuera a punto de tomar un taxi un chico se acercó observándome detenidamente, luego pude ver como lanzaba la mano a mis nalgas.

-Qué mierda te sucede? -Dije alejándome un poco.

-Hoy quiero una zorrita en mi cama -Se reía como enfermo, seguro estaba drogado. -Ven aquí!

Jaló mi brazo empujándome en una esquina del callejón, MIERDA NO DE NUEVO, cerré mis ojos como una estúpida pero mi subconsciente me pedía a gritos defenderme, por lo que lanzaba golpes a donde fuera ya que estaba muy oscuro y no podía ver casi nada.

-Quédate quieta perra! – Dijo el tipo luego de dejar su puño en mi cara.

No sabía qué hacer, pero luego pude sentir que alguien lo alejó de mi con brusquedad.

Volteé y vi a Andrés golpeando con fuerza al tipo, luego el recibió un golpe, pero logró tirarlo al suelo y así daba los golpes de forma directa.

Ahora resulta que soy la princesa en apuros. Esa idea me irritaba.

-Basta! Andrés basta! -Estaba muy rojo y no reaccionaba, otros 2 hombres tuvieron que separarlos.
-Quédate aquí -Me dijo y caminó por el callejón hacia la calle.

Pude ver el auto de Andrés acercarse.

-Súbete -Me dijo...
¿Si puedes manejar?- Estaba algo asustada por su estado
-Me ofendes -Dijo abriendo la puerta del copiloto.

-Olvidé decirte que tengo tu laptop, si quieres pasa por ella.- Dije ya llegando a mi apartamento para cortar la tensión del ambiente.
-Está bien.- aún podía ver como presionaba su mandíbula.

Llegué y le dije que se pusiera cómodo, él tomó la laptop ya que se encontraba en la mesa principal.

-¿Está todo bien? -Le dije algo preocupada.
-¿Por qué no lo estaría? -Aún estaba serio.

-Bueno... No has dicho nada desde el incidente de ahora.-

Se acercó a mi estante donde estaban mis botellas de alcohol y sacó una de vodka.

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