La Vida es Color de Rosa (Borrador)

Capítulo Treinta y Dos

Capítulo 32

Rosa sabía muy bien que Liam iba a salir por San Valentín con Susan, pero nunca pensó que los encontraría en una cena romántica.

Mientras los demás se saludaban, Rosa sintió un gran latido en su pecho. «¿Qué es esto?» se preguntó asustada. Ese latido era como si alguien le hubiera tirado un puñetazo en el corazón, un dolor común que pasa a menudo en las personas y en Rosa, aunque ella aún no se da cuenta el por qué.

—Tú debes ser Rosa, la joven de la charla del Doctor Drew—estrechó Susan su mano con ella—Mucho gusto—sonrió mientras la otra no podía evitar la vergüenza al recordar cómo había saboteado su primera cita con Miss Liam—¿Y este caballero?—preguntó refiriéndose a Jules—¿Ustedes son...

—¿Ah? No, no, no, no—negaron la "pareja" de inmediato.

—Oh, lo siento—rio Susan por su incómoda pregunta, diciendo esto; continuó esperando su comida sin evitar mirar de reojo a su cita, quién a la vez él; no podía dejar de mirar sorprendido a la pequeña Rosa.

Por otro lado, Rosa se sacó el gran abrigo que cubría su vestido negro de tutu rosa y tomó asiento, era el mismo vestido que hipnotizó de inmediato a Jules en la mansión de los Gilmours.

¿Lograría el vestido cautivar a otra persona?

—Wow...—suspiró Liam mientras la observaba leyendo el menú.

—¿Sucede algo?—preguntó Susan al darse cuenta que él no dejaba de vigilar a los otros.

—¿Ah? No, nada.

Después de pedir la comida, Jules y Rosa no paraban de reírse de la aventura que habían tenido en Canary Wharf, en cambio la otra pareja; mientras esperaban también su comida, ninguno de ellos se dirigía la palabra.

«Deja de mirarla...Deja de mirarla...Mírame a mí, por favor» pensaba Susan sin poder evitar estrujar sus manos debajo de la mesa.

—Susan—susurró Liam cerca de su cita.

—Dime—levantó su cabeza de inmediato.

—¿Te molestaría si hago que Rosa y Jules cenen con nosotros?

—¿Ah? No, no me molestaría.

—Muchas gracias—despegándose de su asiento, se acercó a la mesa vecina y les propuso o mejor dicho les indicó—Hola, chicos. ¿No les gustaría que juntáramos nuestras mesas?

—¿Eh?

—Yo les ayudaré—señaló Liam mientras le quitaba la silla al mono de su madre—Rosa, párate.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Jules, ayúdame a cargar la mesa, por favor.

Jules odiaba profundamente a Liam, pero sabía muy bien que Rosa le tenía un gran respeto y cariño a su enemigo. Así que para no hacer que Rosa lo odiara, hizo lo que tenía que hacer, "hacerse amigo de su enemigo", solo por esa noche... o por lo menos ese instante.

—Claro—asintió con una sonrisa fingida— Una doble cita, se oye divertido...

—¿Qué? Espera, ¿qué estás haciendo? Susan—se acercó a la doctora—¿estás de acuerdo con esto?—preguntó Rosa, esperando que la respuesta sea no.

—Como dijo Jules, será más divertido si hacemos una doble cita. Además—le indicó que se agachara y susurrándole en la oreja, le dijo— Liam te considera su hermanita. Así que siendo el hermano mayor se siente celoso que su hermanita tenga una cita con un chico en San Valentín. Solo se paciente.