El cielo de mi puerta

Érase una vez...

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Es viernes, y la lluvia de ayer no para de caer, llueve afuera y dentro de mí; ahí voy de nuevo, con vida pero sin fuerzas, de negro, con pies errantes, y un alma taciturna;
salto charcos, patino en barro, soporto el frío mientras voy caminando.
¿pa dónde irá? se preguntan los asomados en ventanas, sus miradas y susurros al unísono escucho, "ésa muchacha, no tiene Salvación."​

...D

e vuelta en casa dispuesta a descansar, escucho el ruido de la lluvia sobre las tejas de Zinc, intento descubrir, si me canta o me grita.
mí mente divaga, mientras el palpitar de mí corazón me arrulla.
Mis ojos se clavan en la puerta frente a mi cama, ahí está mi dibujo: un cielo cálido y estrellado, un ápice de su inmensidad; me pierdo en el,
y siento que algo me quiere decir.
Nadie cree y nadie sospecha, pero un suspiro profundo me delata; en silencio escondo sueños, y en la soledad esperanza;
evado preguntas, mientras mis ojos se cierran...​

El despertador suena, es el anillo de la abuela besando el molinillo mientras bate chocolate.
Vislumbrada, observo brillantes brazos que corren como cortinas las grises nubes; no habrá lluvia sobre mí.
Rápido emprendo camino, mientras el sol que calienta al pueblo, con sutiles toques me acaricia.
presiento algo cuando camino, y entre pasos, pasos, y pasos,
el sol lentamente empieza a declinar.
El telón se deja caer; una noche cálida y clara; ahora puedo ver a los lobos que se esconden entre neblinas; finjo no temer, pero uno camina hacia mí, como quien ha preparado una emboscada, sus ojos como abismos me dicen que pida auxilio, pero no hay nadie cerca, miro al cielo, es el mismo de mi puerta, es el único testigo, es el único conmigo;
sin abrir mi boca le grito
¡sácame de aquí!
- lapsus -
Como quien arrastra un valioso lienzo, siento ser llevada a casa, la noche fue muy larga.

Al despertar, un atardecer entre montañas;
veo todo diferente,
Me siento extraña.
¿soy la misma?

Desde entonces miro al cielo con otros ojos.

aún llueve en mi pueblo, pero no en mí Alma, ahora canto alegre, visto de amarillo,
Aun emprendo caminos,
Y escucho susurros desde ventanas, y
yo, descifré el mensaje:
"el cielo planeaba mi rescate."​
Y la lluvia, me anunciaba su despedida.
¿soy la misma?
Sí, soy la misma, pero no igual.
...

💛

《​

Entonces, él transformó mi dolor en danza. Me quitó mi ropa de luto y me vistió de fiesta, para que pudiera entonarle alegres alabanzas en vez de yacer en el silencio de la tumba.
Señor , Dios mío, proseguiré expresándote mi gratitud eternamente.》
Salmo 30:11‭-‬12 NBV

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