Capitulo 6...............Rescate

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Continuamos subiendo por las escaleras, primero yo, seguido de Diana y luego Jully. A pesar de escuchar unas especies de gruñidos no vimos nada, así que solo seguimos nuestro camino. Cuando al fin llegamos a la puerta que da a la azotea no vimos ningún zombi, pero en el suelo se veía mucha sangre y en el aire había un repugnante olor a descomposición.

-Ethan, ¿Estás ahí? -Pregunte con mi cabeza pegada a la puerta para poder escuchar, pero no oí nada, volví a intentar con la misma pregunta, tampoco hubo respuesta. Mire a las chicas y abrí lentamente la puerta, esta mientras la abría comenzó a sonar, con ese típico crujido de película de terror. Entonces algo golpeo bruscamente la puerta e impulsivamente yo la cerré. Con lo sucedido las chicas habían retrocedido varios pasos-. Eso me asusto. Pero tenemos que abrir esta puerta.

-¿Pero y que haremos con esa cosa? –pregunto Diana.

-No estoy seguro –Me quede unos segundos en silencio valorando nuestras opciones y termine por decidir lo siguiente-. Muy bien, chicas, yo abriré la puerta y tratare de botar al suelo a la “cosa” de hace un momento y tu Diana deberás golpearlo con el hacha, ¿Entiendes?

-¿Yo?.............. Ok.- Respondió asustada.

-3, 2 –Comencé a contar-. 1 – Entonces abrí la puerta y el desgraciado salió rápidamente, lo tome de los hombros e intente tumbarlo, pero él tenía mucha más fuerza y término botándome a mí al suelo-. Aaargg, vamos golpéalo Diana, golpéalo.

Diana comenzó a abalanzar el hacha e impactándola en el cuerpo del zombi, produciéndole grabes heridas, pero este no se moría, ni mucho menos me soltaba, su ojos de un blanco lechoso no reflejaban el alma de una persona, ni la de un animal, ni nada de este mundo están clavados en mí y su pestilente boca babeando y escupiendo sangre se aproxima más y más a mi cuello y yo no puedo hacer nada para impedirlo, mis brazos comienzan a fatigarse y pareciese que todo avanza más lento de lo normal. Los intentos de Diana por ayudarme, los gritos y sollozos de Jully y mis lágrimas de miedo e impotencia que se deslizan por mis mejillas.

Comencé a temer lo peor, que moriría, de igual manera que mi hermana, luego atacaría a las chicas, que Ethan ya estaba muerto o peor, convertido en una de estas monstruosas cosas. Mis ganas de vivir disminuyen más y más con cada segundo y los pensamiento que pasan por mi mente no son muy alentadores. Pero cuando por fin me había resignado a seguir luchando.

-¡Aaron! –Un grito pronunciando mi nombre y el inconfundible sonido de disparo de un arma me hicieron volver al mundo, el peso en mis brazos ha disminuido considerablemente, pues el disparo efectuado llego a la cabeza del zombi, ya solo debo moverlo y ponerme de pie-. ¿Estás bien? –Cuando estuve de pie, no pude evitar reír y abrazar de alegría a mi amigo de la infancia.

-Sí, gracias Ethan. Te debo una.

-Lo siento chicos, no quiero parecer descortés, pero ya deberíamos irnos de aquí.-Interrumpió Diana y con toda razón, los gritos y el disparo, seguro atraerán a muchos zombis, así que tomamos el hacha y corrimos escaleras abajo, nos subimos al auto e Ethan comenzó a conducir en dirección a su casa.

A medida que el auto avanzaba por la ciudad, vimos interminables escenas de horror, muertos corriendo por las calles, personas gritando y huyendo por el temor y caos a su alrededor, personas disparándoles a los muertos e incluso una mujer que le disparo a un hombre, el cual pareciese que no estaba “infectado”.

-¿Qué diablos ha pasado? ¿Cómo es que todo ha terminado así? –Comencé a preguntarme a mí mismo, pero en voz baja. Pues supongo que mis compañeros tampoco tienen una idea clara sobre todo esto.

-Oigan, chicos –La suave voz de Jully sonó desde detrás de mi asiento-. Afuera hay muchas personas, ¿No podemos ayudarlas?

No sé qué decir, no tengo idea de cómo responder a su pregunta sin inquietarla con una respuesta -Lo siento, pero primero debemos ir a un lugar seguro.- Después de unos segundos en los que yo me cuestionaba sobre cómo decir una respuesta sin asustarla más de lo que debe estar, Ethan fue quien hablo.

-Y dónde vamos  ¿Es seguro? –Volvió a hablar, esta vez más calmada.

-Sí, lo es –Opte por ser yo quien le respondiese esta vez y sinceramente espero que así sea.

Day zDonde viven las historias. Descúbrelo ahora