ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 16

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Habían pasado los días y para Jungkook, fue totalmente todo un reto. Puede que él haya pensado que cuidar a dos niños iba a ser pan comido pero era todo lo contrario a eso. Sus hijos eran demasiado revoltosos y botaban todo a su paso.  Suran y Woozi le habían dado una huelga de hambre, aunque a veces no veía a Suran comer delante de él, siempre veía como su hija se iba hacia la cocina, junto a Woozi en sus brazos y agarraban unos grandes paquetes de galleta que le gustas y se encerraban de nuevo en su habitación.

Esos tres días solo y con sus hijos, habían sido todo un reto y no sabía como Taehyung lograba hacer que se controlarán, era todo un misterio.

Hoy era el día que Taehyung iría a su casa, para ver como estaban y saber si él había cumplido con aquel trato y a decir verdad, estaba nervioso.

Suspiró y fue a buscar a sus hijos a su habitación, se dirigió a la de Suran y pudo observar como ella hacia dibujos en una pancarta, sonrió y se acercó a su hija, viendo como ella dibujaba un corazón y tenía escrito la palabra:

"Papi y papá se aman y sus hijos también amamos a papi Teté."

Sonrió y se acercó a su hija, se agachó donde ella y se agachó para quedar a la altura de su hija.

—Amor, ¿Qué hiciste?—la observó y ella sonrió con sus mejillas sonrojadas.

—Papi Taehyung vendrá hoy a casa y quería darle este regalo, se que es algo pequeño y nada caro, pero mi maestra siempre nos decía, aunque sea pequeño es algo muy significativo.—sonrío en grande y agarró la pancarta entre sus pequeñas más y se abrazó en ella.

Jungkook la miró orgulloso y la abrazó, besado su cabello. Dejó libre a Suran, viendo como corría, saliendo de su cuarto, se levantó y se dirigió donde Woozi, viendo como estaba mirando a un punto fijo en aquel piso, miró que tenía unos juguetes en sus manos, se acercó a él y se agachó, viendo a su hijo, de repente, vio como su hijo se giraba a verlo y puso sus juguetes en el piso.

—¿Qué pasa hijo?—se acercó a él y bajo el sombrero que tenía su pijama de conejo. Vio como Woozi señalo el papel que estaba debajo de su cuna y él lo recogió.—¿Qué hay aquí?

—Familia.—susurró bajo.—Fa-familia, junta.—habló  con dificultad. Jungkook sonrió y levantó a Woozi y se lo llevó entre sus brazos.

Comenzó a arreglar algunas cosas para que Taehyung viera que si había limpiado su casa. Abrió la puerta y esperaron el auto de Jimin, junto con sus hijos. Habían esperado aproximadamente quince minutos y no había señales del auto de Jimin y Jungkook comenzó a preocuparse.

—¿Papi no llegará?—escuchó lo voz temblorosa de su hija y él negó.

—Tu papi llegará amor.—susurró, aunque no estaba tan seguro de lo que dijo, tenía que mostrarse fuerte ante sus hijos.

Jungkook suspiró cansado, por un momento creyó que Taehyung no vendría, hasta que de repente, un auto azul se había estacionado en frente de su casa, sonrío cuando vio que Taehyung había sido el primero en bajarse y vio como Suran corría hacia Taehyung y abrazó su pierna derecha, aplastando la pancarta que le había hecho.

—Papi, llegaste.—sonrió y sintió como Taehyung la cargaba y la llenaba de besos.

—Papi te extraño.—besó la mejilla de Suran y la bajo.

Taehyung miró a Jungkook, quién tenía a su hijo entre sus brazos, observó como Woozi estiraba sus brazos hacia el para que lo cargaran, se acercó hacia Jungkook y sin mirarlo, le quitó a Woozi y lo abrazó, llenándolo también de besos.

—¿Y para mi no hay sesión de besos?—habló con miedo, Jungkook. Taehyung se giró y sonrió.

—Hablaremos más tarde.—susurró.—Jimin no esta contento contigo, hasta siento que se podríamos hacer malvaviscos.

Parents with hormones © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora