ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 24

1.1K 84 9
                                    

—¿Esto es legal?—preguntó Jungkook mirando desde una cabaña la telesilla que se movían.—esto fue mala idea definitivamente.

Hueningkai se puso al lado suyo y sonrio.—Estas tan enamorado de mi hermano que prácticamente haces todo por verlo feliz, aunque no quita el hecho que cuidaré a mis sobrinos y te cobraré.

Jungkook miró enojado a Hueningkai.—Que te importa, ¿Por qué no eres un cuñado normal? Eres de esos extraños que viven molestando a cada rato a sus cuñados, yo nada te he hecho.

Hueningkai comenzó a reírse.—¡Eres tan gallina! Me atacas porque estás asustado, eres una gallina.

Jungkook miró a todos lados, buscando señales de sus hijos o de Taehyung. Hueningkai lo estaba asfixiando. Suspiro tranquilo cuando miro a toda su familia dirigirse hacia ellos.

—Ya era hora.—susurro en voz baja.

—La campana te salvó, gallina.—habló el menor, tocando su hombro.

Taehyung los miró a los dos.—¿Qué pasó?.— preguntó al ver a su marido con el ceño fruncido.

Hueningkai lo miró.—Nada hermanito, solo que mi cuñado y yo estabamos viendo las telesillas y quería comentarte que íbamos a ir nosotros dos de primero, ¿verdad cuñadito precioso?.—preguntó en forma de burla.

Jungkook iba a responder hasta que sus hijos lo interrumpieron.

—Woaaa, te dije Woozi que papi Jungkook era genial.—dijo su hija con alegría.—¿Verdad papi Taehyung?.—miró a su papá Taehyung y asintió.

Jungkook miró a Hueningkai con ganas de matarlo.—Si, es verdad, iremos de primero.—dijo a regañadientes.

—Woaaa, cuñadito, eres tan valiente.—comenzó a reírse fuertemente.

Jungkook miró con miedo aquellas telesillas.

Maldito Hueningkai.  



.




—¿Puedes darme cinco boletos para las telesillas?.—preguntó Taehyung al señor del mostrador.

El chico lo miró.—¿Seguro? Veo que trae a dos niños, las telesillas dilatan veinte minutos en llegar al destino, a veces creemos que es mejor que no se monten los niños, ya sabe, por el tema que se hacen pipí en el aire.

—Que tontería, ¿qué tipo de excusa es esa?

El chico frunció un poco el ceño.—¿Cree que miento? Señor, no niego que se monten, solo digo que sea precavido porque si no sabe, el lugar tiene la política que si pasa eso, pagas una multa de mil wones.

—Esa es una tontería, nos arriesgaremos, vamos hombre, entregale los boletos a mi hermano.—habló enojado Hueningkai.

El chico suspiró y entregó finalmente los boletos.—Por favor tengan cuidado.

Jungkook se acercó a Taehyung y le susurró.—Te amo, si no llego vivo, ya sabes a quién culpar.

Taehyung comenzó a reírse levemente, abrazó a su esposo y le dió un beso a su esposo.—Eres un tontito, no seas exagerado, vamos.

Agarró la mano de Jungkook y lo llevó donde estaban las telesillas, Taehyung brincó levemente cuando sintió una mano en su trasero.

—¡No hagas eso!—exclamó con la cara notoriamente sonrojado.

Parents with hormones © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora