Oculto

539 66 10
                                    

La mirada de mi hermana caía sobre mi de una manera increíblemente acusadora, había estado así desde la noche que había llegado a su apartamento y no me dejaba tranquilo en ningún momento, ella seguía esperando que yo le respondiera alguna de las preguntas que me hizo esa noche, pero yo no le iba a decir nada, no aun. Mis ojos se serraron con algo de cansancio y dejé el tenedor que sostenía sobre la mesa, no era capaz de seguir desayunando con esos ojos viendo y analizando cada unos de mis movimientos.

-¿Mamá no te dijo que es de mala educación mirar a una persona fijamente?

-Si, lo hizo.

-Temari ... no tengo nada que decir, si no te agrada que esté aquí solo debes de decírmelo, buscaremos como solucionarlo.

-El problema bien sabes que no es ese, ¿De que estas huyendo? 

Tensé mi mandíbula ante esa pregunta y abrí mis ojos con algo de fastidio reflejado en ellos, llevaba tratando de sacar ese tema desde que llegué, no me permitía olvidarlo ni por un solo momento del día. Nuestras miradas se toparon con la misma intensidad buscando que el otro cediera, pero estaba mas que claro que eso no iba a suceder por ningún motivo, con el único que funcionaba de los tres era con Kankuro, solamente el perdía los duelos de miradas.

-No huyo de nada, solo quería visitar a mi hermana mayor.

-Y por eso llegaste con lagrimas en tus ojos y la respiración agitada.

-Te extrañaba mucho, no aguantaba el no verte.

-Y por lo mismo te fuiste a encerrar al cuarto de invitados. Se honesto conmigo Gaara.

-Soy honesto contigo, no puedo creer que no confíes en mi palabra.

-... No quería recurrir a esto, pero ... si no me dices de una vez en que estas metido puedes comenzar a buscar otro lugar en donde quedarte, por que mi departamento se cerrará para ti.

Sentí como mi respiración se cortaba ante la amenaza y como mis pupilas comenzaban a dilatarse, no entendía el temor repentino; Busqué algo de duda en los ojos de mi hermana, pero no había nada, no estaba bromeando conmigo, sus palabras estaban cargadas con verdad. Suspiré frustrado y volví a ponerle atención a mi desayuno, por hoy no podría ganar este duelo de miradas.

-Tuve un problema con mis vecinos, debo de alejarme de mi departamento por unos días.

-¿Por que no fuiste mejor a casa de nuestros padres?

-No tengo buena relación con papá.

-¿Y Kankuro?

-Por un asunto personal, no quiero ver a muchas personas en este momento.

-No me has dicho todo, estoy segura de ello, pero al menos con eso basta por hoy, aun que no creas que te salvaras de mi hermanito, tendrás que contarme todo.

-Tal vez en otro momento.

-Bien.

Mi hermana tomo los platos de su desayuno y se dirigió a la cocina para lavarlos, me había dicho que saldría por hoy a un centro comercial y que volvería por la tarde ... tal vez quería comprar ropa. Hice una mueca discreta y recargué mi cabeza sobre mi mano algo aburrido de seguir encerrado en este lugar, al menos ella me dejaría el resto del día tranquilo con el tema de mi llegada, algo bueno que sucedía hoy ...

Mientras yo terminaba de desayunar, Temari caminaba de un lado a otro mientras se arreglaba para salir, se probaba algunas blusas distintas y me preguntaba cual se le veía mejor, yo obviamente le contestaba según mis gustos, pero luego me miraba con algo de disgusto y negaba con la cabeza mientras que decía "No se para que te pregunto si siempre te vistes igual" ¿Por que me atacaba de esa manera si solo iría a una tienda de ropa?

¿Qué sucede si te encuentro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora