Oh, no [Good Omens au]

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[La imagen porque no quería dejar vacío xd]

[No se como serían los nombres de Dios y Lucifer si fuesen humanos, por eso se refieren a ellos como mamá o papá, disfruten]

Crowley quería que la tierra se lo tragará y lo escupiera en otro lugar que no sea la casa de Aziraphale. No habían muchas cosas que lo pusiera tan nervioso como lo está ahora, la última vez que experimento una sensación parecida fue cuando su pato mascota arruinó el peluche de abeja de su hermana. Pero el que sus piernas temblaban y que sus manos no pudiesen mantenerse quietas era algo molesto, el solo pensar en lo estúpido que debía verse lo hizo soltar un quejido de frustración que no pasó desapercibido por su acompañante

— Crowley, mi madre te va a amar, querido.

Oh, Satán. Estaba tan mal que considero rezar

Aziraphale podría ser sinónimo de Ángel, es un ser de luz e inocencia andante que se había interesado en Crowley... alguien que es lo opuesto a él. Crowley sabía que Aziraphale vivía solo con su madre, la había visto en el colegio varias veces, aunque sin cruzar palabra, la percibía como una mujer inteligente y dulce, aunque por lo que su padre contaba, de la pocas reuniones de padres que asistía, decía que era alguien molesta.

Solo esperaba que ella no lo conociera, ya que no tenía la mejor reputación: llegaba tarde a clases, sus calificaciones no era las mejores (aunque tampoco era un mal estudiante), y el historial de travesuras de sus hermanos a veces lo arrastraba a él (a veces porque en otras ocasiones el se metía en problemas solo)

Olvido en lo que pensaba cuando noto que ya habían llegado a la casa

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda

—Crowley, relájate

¿Acaso se notaba que estaba nervioso? ¿y si llegaba a hacer el ridículo? ¿ y si de los nervios se trababa al hablar? ¡¿por qué Aziraphale estaba tan calmado?!

— Si, Ángel. Estoy bien, vamos

Idiota, idiota, idiota, idiota idiota, idiota

Bien, Crowley. Solo pon en práctica lo que ensayaste esta mañana, ¿qué es lo peor que podría pasar, ¿que le prohíban verte? Si es lo peor, pero él era más listo y pensó en una infinidad más uno de planes en donde escaparía con Aziraphale a una cabaña y se dedicarían a los patos

[...]

En los múltiples escenarios desastrosos nunca se imaginó que todo saldría bien. Crowley notó que muy aparte de los rasgos físicos Aziraphale y su madre compartían además el ser cálidos y muy amables. La mujer admitió que deseaba conocerlo desde que Aziraphale le había contado sobre ese apuesto chico de gafas oscuras de su clase de religión.

Rogó que no el hubiese contado que también se dormía en clase

Para su sorpresa Aziraphale tenía las mejillas de un ligero tono rosa por aquella confesión que le había dicho a su madre hace meses atrás, los dos rieron y al rubio no le parecía gracioso. Tuvieron un agradable almuerzo, hablaron de varios temas, hasta que la mujer le ofreció a Crowley ver los álbumes de Aziraphale cuando era pequeño. Era algo que Crowley no sabía que necesitaba hasta que lo dijo.

— Dios, que tarde. Creo que es hora que Crowley vaya a su casa — dijo un muy rojo Aziraphale

— Pero yo-

— Oh, Crowley tiene razón. No quisiera que regresarás a tu casa de noche

— Lo voy a acompañar hasta su casa, regresaré pronto