Capítulo 14

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Junio 07, 2016

LUIS ANGEL POV:

Mateo fue el primero en girarse a su hermana seguido de mí.

—¡Suéltala! — gritó mientras corría a embestir al sujeto que tenía atrapada a Daniela. El hombre apuntó rápidamente con el arma la cabeza de su hermana obligando a Mateo a detenerse.

—Das un paso más y le vuelo los sesos — amenazó gritando para que todos en el lugar pudieran oírle.

—Amigo, no tienes porqué hacer esto — le dije mientras caminaba lentamente entre las chicas.

—Quédate quieto, mago — pegó más el arma hacia Daniela — No creas que soy un imbécil. Sé lo que puedes hacer.

—Hasta un mago sabe que eres un imbécil, Steve — una voz ronca habló a nuestras espaldas. Cuando giré a verlo, el desgraciado me tiró un fuerte puñetazo en la cara haciéndome caer al piso — Me la debías por ese tronco que mató a Andrés — habló mi viejo amigo Brad, el cazador del bosque.

—Yo también te extrañe ¡Desgraciado! — respondí escupiendo un poco de sangre que salía de mi boca producto del golpe.

Espera, había dicho que maté al otro cazador ¡Mate a alguien! Estaba conmocionado por la noticia, a pesar de que ese gordo se lo merecía.

Brad estaba a punto de tirarme una patada en la cara, pero fue detenido por una voz femenina.

—Kahlo me envió para ver por qué demoran tanto — era una chica de cabello dorado quien había evitado más destrozos en mi rostro. Ella los miró muy intimidante a los dos. Su tersa piel blanca contrastaba con sus oscuros ojos negros. Se agachó hasta mi altura y me miró analizando mi rostro con detenimiento. Inexplicablemente sacó un pañuelo de su blusa y me lo entregó — Límpiate, querido. Te está sangrando el labio — lo recibí para luego botarlo. No quería nada de ellos. Lanzó una malévola sonrisa, luego se puso de pie y se dirigió a la salida de aquel cuarto — A Kahlo no le gustará ver a sus presas con heridas que no hayan sido provocadas por él.

—Síganme — ordenó Brad — Y tu primor — dijo tomándome de la barbilla — si Kahlo no te mata, yo me ocuparé de ti. Me cobraré todas las que me debes — me solté de su agarre y le volteé mi cara. Me puse de pie y miré a los demás. Daniela ya estaba con su hermano y las chicas estaban atemorizadas.

—No hay de qué temer. Estén conectadas — les dije a Fernanda y Daniela.

«Sí» — respondió la castaña.

Salimos del cuarto, bajamos por unas escaleras y luego entramos por un largo pasillo. La cazadora de cabello dorado nos detuvo en la puerta, les hizo una señal Brad y Steve para que no entraran.

—Adelante, chicos — nos invitó a entrar con una amabilidad que asustaba más que el hecho de estar rodeado de cazadores.

Yo di el primer paso y entré en la sala de reuniones. De los seis líderes solo estaba el jefe de túnica roja que, si mal no recuerdo, se llamaba Kahlo.

—Bienvenidos a todos — nos recibió con una sonrisa de psicópata, comparable con la del Guasón — Me da gusto conocernos al fin — se paró de su silla y caminó hacia nosotros — He escuchado muchas historias sobre como ustedes les causan problemas a mis sabuesos. Veo que ellos ya te marcaron — examinó el moretón que tenía en la boca — Les dije que él único que puede hacer eso soy yo — soltó enojado — Tendré que castigar a mi hombres, pero eso será más adelante. Ahora, quiero conocerlos mejor.

Todos estábamos tensos y muy asustados, no sabíamos qué hacer ni qué decir. Nuestro sepulcral silencio molestó a Kahlo, quien comenzó a desesperarse.

Las 7 Maravillas: El Comienzo (#1 DE LA SAGA HERENCIAS OCULTAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora