El café nunca se enfría cuando estoy contigo.

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Con un humor increíblemente bueno, llegó prácticamente saltando al café del campus, aunque el aire exterior estaba prácticamente helado, su mente estaba llena de Hongjoong, en lugar de los múltiples exámenes que tomaría muy pronto.

Cuando entro al café se detuvo en seco, sus ojos instantáneamente captaron a Hongjoong, su pelo era tan único que se destacaba, especialmente contra el interior marrón y gris de la cafetería, pero incluso sin el pelo rojo, Hongjoong simplemente destaca, es fácilmente la persona más bonita del local. Y el corazón de Mingi sufre mucho por ello, martillea con fuerza contra su pecho.

Hongjoong estaba acurrucado en la silla, con la rodilla doblada mientras balanceaba su cuaderno de bocetos sobre ella, balanceándose hacia adelante y hacia atrás. Sus dedos llenos de anillos metálicos que contrastaban con los piercings adornando sus orejas, demasiados como para contarlos, al contrario de lo que se podría pensar no emitían la vibra de un punk forzado, en su lugar toda su aura decía "sé que me veo bonito con joyería y le estoy haciendo un favor a tus ojos al poder contemplarme".

Sus bonitos labios estaban fruncidos por la concentración, su nariz puntiaguda se arrugaba mientras su lápiz volaba por la pagina donde Mingi estaba seguro, dibujaba arte, su cabeza inclinada de tal manera que la brillante luz que la cafetería dejaba entrar, rebotaba en sus pómulos altos, dándole un aura de hada.

"Dios, estoy tan perdido por él" pensó Mingi, respirando hondo para calmar su ya agitado corazón y acercarse a la mesa.

Los ojos de Hongjoong se levantan cuando Mingi arrastra la silla frente a él, sus labios se convierten en una sonrisa al ver al contrario –Hola ¿quién será este guapo extraño de pie frente a mí? –pregunta burlonamente con su característico brillo en los ojos.

Las mejillas de Mingi se tornan de un suave carmesí –Cállate Hongjoong –responde mientras toma asiento, inclina la cabeza hacía los bocetos mientras se quita el bolso, colocándolo en la mesa –¿Estás dibujando algo nuevo?

–Sí, no podía concentrarme en el trabajo de marketing, así que pensé que simplemente dibujaría algunas cosas mientras te esperaba

Mingi alcanza el cuaderno de bocetos, pero Hongjoong lo bloquea poniéndole la mano –Cuidado Mingi, esta información podría ser clasificada para ti.

Mingi resopla en respuesta –Relájate Louis Vuitton

Hongjoong jadea falsamente ofendido, colocándose una mano sobre su adolorido corazón –¿Disculpa? ¿Louis Vuitton? Un estudiante de kínder para mí.

Mingi intenta con todas sus fuerzas ocultar la sonrisa que amenaza con aparecer en sus labios –Disculpe estudiante de moda pretencioso, ¿quién cree que ayudó a Louis Vuitton a convertirse en el diseñador que es?

–¿Su madre, quien hacia sombreros?

–Un buen colegio de diseño Hongjoong –replica.

–En realidad no creo que haya ido a la escuela

Mingi formo un puchero –Me atrapaste, rayos.

Hongjoong deja escapar su risa, y Mingi tiene que detenerse a sí mismo de hacer algo estúpido, como pedir la mano del hombre en matrimonio.

Hongjoong le muestra a Mingi los bocetos como siempre lo hace, y pasan bastante tiempo recorriendo cada dibujo que Hongjoong ha plasmado en aquel cuaderno. Mingi no pierde la oportunidad de asombrarse por cada uno de ellos, con la boca abierta ante los diversos diseños de ropa que hay, tan detallados y únicos. Y es que no importaba cuantas veces haya visto aquellos bocetos, o el hecho de que realmente no sepa nada sobre hacer ropa, siempre está asombrado por la habilidad que posee Hongjoong. Incluso se atrevería a decir que los bocetos del pelirrojo eran algo parecido al de los profesionales. Siempre le dejaba saber al contrario que disfrutaba de sobremanera contemplar su arte, pero en realidad, lo que disfrutaba más era observarlo hablar de lo que ama.

call me anytime ⋆ minjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora