Louis bajó del ascensor sintiendo la presencia del inmenso hombre detrás de él.
No lo admitía, pero Harry a veces lo ponía un nervioso. Cuando lo miraba con la profundidad de sus ojos lo hacía titubear.
"Entra Louis, como en tu casa"
Quería aparentar estar en confianza y suelto. Enseguida se sacó sus zapatos y tiró la mochila, acostándose de un salto en el gran sillón que estaba en el medio de la sala.
Harry lo miró aún desde la puerta. Era fascinante.
Camino hacia él y lo tomo por el cuello, poniendo sus bocas a milímetros, chocando sus alientos.
"Que seas tan malditamente caliente no significa que seas desordenado. Junta tus cosas, malcriado. No querrás que te castigue"
Louis entendió el juego. Quería jugar, tenía ansias de probar. De cumplir.
•
Louis se encontraba con una gran camisa de Harry y sus medias escolares puestas. Había dormido más de tres horas abrazado a aquel hombre que olía a vainilla.
Vio a Harry dormir y luego su celular, que tenía más de quince llamadas perdidas de su mejor amigo. Rodo los ojos e ignoro la leve vibración del aparato.
Se subió sobre Harry, quien lo veía desde abajo. Puso sus manos sobre los muslos de Louis y los apretó.
"Te ves sexy"
"Lo soy"
Harry se sentó en la cama sin quitar a Louis de encima de su regazo. Con una sonrisa ladeada en su cara siguió jugando con él.
"De seguro muchos te buscan"
"¿Importa eso?" Louis jugó con sus dedos.
"No lo sé. ¿Es un problema?"
Harry sabía que Louis era hermoso. Y estaba en la edad de saber que lo era. Sabia que se sentía así, sabía lo que causaba en las demás personas.
"¿Acaso no puedo estar con alguien más si así lo quisiera?"
Louis lo miró. Tenia la mandíbula tensa.
"Como quieras" Frío.
"A ti te quiero"
Sus miradas chocaron y Louis lo abrazó. Había logrado sacar su lado dulce. Y Harry se había puesto celoso.