Lucía se encuentra en el colectivo con su libro y sus auriculares, sentada en unos de los asientos del fondo. Harta de todo lo que está pasando en su vida, está tan metida en sus pensamientos que no se da cuenta de que empezó a llorar, ni de que alguien se sentó a su lado en el asiento vacío, pero su mente vuelve a su cabeza cuando se da cuenta de que esta persona la mira fijo, ella creyó que era uno del tontos que habían visto su foto y la reconoció, así que, con voz irritada y cansada hablo:
-¿Por qué me miras tanto? ¿Tengo algo en la cara?
-Lágrimas- respondió Antonio sorprendido y un poco aturdido
-Y-yo lo siento- respondió apenada por cómo le había hablado, y miró a la ventana
-No te disculpes-sus ojos se concentraron en algún punto de colectivo-cada uno tiene sus formas de descargarse en un mal día, y un extraño mirándote como un extraterrestre, me parece razonable-los dos rieron levemente
-¿Cuál es la tuya?- preguntó ella con curiosidad
-¿que?
-¿Cuál es tu forma de descargarte?- el chico misterioso parecía hablar por experiencia tal vez él también pasaba un mal momento.
-Natación, nadie ve cuando lloro y las maldiciones no se escuchan-suspiro
-Parece una buena idea quizás te la robe- dejo de mirar la ventana para mirarlo, al igual que lo hizo él- me llamo Lucía- le tendió la mano
-Antonio-la estrechó mientras se miraban con una sonrisa tal vez ella sería su salvavidas, una persona que te apoya y te inspira a ser más fuerte, una ayuda que te saca a flote pensó él.
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No solo llueve afuera
Teen FictionLucía, esta en problemas, Antonio vive en uno. " No creo en el destino, ni que todo es por una razón. Fue una coincidencia encontrarte, pero eso no quita que sea la mejor coincidencia" Esta historia esta inspirada y basada en el libro "La lluvia sab...
