El fin de semana fue algo que en mi corta vida no había vivido, no mentiré quiero saber más de ese hombre desconocido que causo tantas sensaciones en mi, debo de saber más, me conformaría con simplemente saber su nombre ,tal vez si regreso a ese lugar vuelva a verlo.
-¿Sabes que pasa con Isabella?- me pregunta Raymond sacándome de mi pensamiento, causando que voltee a verlo.
-¿Ahora qué pasa?- me pregunto porque Raymond cree que yo siempre resolveré sus problemas, siempre me ponen en medio y si yo decido darle el lado a alguno de los dos el otro se molestara, y ya estoy harta de esto, pero no puedo dejarlo, es mi amigo, aunque no lo parezca. Raymond y yo nos conocemos desde pequeños y por esa razón es mi mejor amigo por ponerle un titulo, siento que puedo confiar más en el que en mis amigas, lo sé, es cruel pero es la verdad.
-Desde que se escaparon de la cena- si, ahora ya todos sabían que nos habíamos escapado, porque Adrienna estaba demasiado ebria y solo se lo dijo a nuestros padres como si lo que hicimos no hubiera sido algo malo- Isabella ha buscado cualquier pretexto para pelear conmigo, hasta el mas mínimo detalle causa una pelea, pensé que podría estar, ya sabes, en sus días del mes, pero no , estoy completamente seguro que no es así , algo sucedió, la verdad no se a quien más preguntarle- puedo escuchar la desesperación en su voz a miles kilómetros de distancia.
-Mira, no hemos hablando desde la cena, puedo preguntarle y decirte algunas cosas, ya sabes existen códigos por lo que no podre decirte todo, pero si lo necesario para que te quites un peso de encima, es todo lo que podre hacer, necesito que a la hora del almuerzo lleves a los chicos a otra mesa- el solo asintió prestándome atención- eso hará que ella hable sin miedo ¿Comprendes?- repitió su acción.
A la hora del almuerzo Raymond hizo exactamente lo que le pedí, los chicos dudaron un poco, pero al final accedieron. Aarón solo me mantuvo la vista por unos segundos, para después salir de la cafetería, estaba molesto, desde la cena no había hablado conmigo, después hablaría con el.
-Debemos hablar- dijo Isabella para después sentarse enfrente de mí, creo que al final todo será más fácil de lo que pensé.
-¿Ya se enteraron? Expulsaran a Ramona, dicen que la encontraron besándose con el Profesor Carson- comento Diannor, para así repetir la acción de Isabella. Esperen ¿Profesor Carson? Ahora comprendo todo, era complicado pasar su materia, pero por alguna razón ha Ramona le iba de maravilla, maldita.
-Eso me interesa una mierda, debemos hablar de algo serio- el tono de Isabella era preocupante, ella no suele usar palabras anti sonantes, estoy empezando a preocuparme un poco.
-Habla ya perra- y esa fue Adrienna, ayer fue a una fiesta y llego a la escuela con resaca, solo a ella se le ocurre asistir a una fiesta un domingo por la noche cuando sabe que al otro día debe asistir al instituto.
-El día de la cena, en el restaurante conocí a alguien- esto no será bueno, lo presiento- su nombre es Caleb Fisher, me presento a otra persona, prepárense por qué no será nada fácil de digerir lo que les diré.
-Maldita sea Isabella, ya suéltalo, me duele la jodida cabeza y tal vez vomite, así que apresúrate o lo hare en tu almuerzo- eso fue un poco cruel de Adrienna al responderle así, pero debería de dejar los rodeos y decirnos ya.
-Ya ya, la persona que me presento me hablo sobre una clase de trabajo, consiste en salir en citas con señores adinerados, solo es salir con ellos y lo que pase después será tu decisión, solo eso, citas. El me dijo que les hablara del empleo, que lo consideraran- ¿Qué carajos?
-¿Cómo porque razón deberíamos considerarlo? Sonara algo egocéntrico pero, tenemos todo, ¿Por qué jodida razón aceptaríamos un empleo como ese?- hablo Diannor casi gritando, causando que la mirada de alguna personas se centraran en nosotros incluyendo la de los chicos.
