Me fui a la cama, no quería cenar, no estaba en condiciones. Al día siguiente, cuando mi madre se fue, fui a la cocina, cogí un cuchillo y entonces, escuche un ruido. La puerta se abría y alguien venia corriendo. Era mi madre.
-Emily, suelta el cuchillo! -me dijo mi madre.
Como no lo soltaba mi madre se acerco a mi y me lo cogió. Me senté en el suelo, llorando.
-Mamá, no puedo más quiero morirme! -le dije a mi madre llorando
-Esto nos ha pasado a todos, no puedes cortarte las venas para morir, no es la mejor forma. -me tranquilizo ella
-Lose... Pero... Que puedo hacer? -le pregunte
-Todo se arreglara.
Escuche a mi madre. Ese todo arreglara me tranquilizó. Nunca jamas en mi vida volveré a hablarles. Me buscaré nuevas amigas y empezare de cero.