El viento se comportaba de manera agresiva dando a entender que el invierno estaba próximo y era justo por aquella razón por la cual había salido a comprar algunos suministros, pero jamas espere que mi celo me jugara una mala pasada. Jamas espere que un alfa saltara sobre mi dejándome inmóvil y peor aun a su merced.
Hoy la luna me ha dado una buena sorpresa - aquel alfa no paraba de pasear su nariz por mi cuello, haciendo que mi miedo creciera aun mas, no permitiría que un cualquiera pusiera esa sucia boca sobre mi piel -
Ya te divertiste, ahora déjame en paz - mi voz salio casi como un gruñido con la esperanza de que aquel hombre me dejara libre -
Pero mira nada mas que omega tan mal portado eres, toda una joya que pulir - atino a pasear su lengua por mi cuello abriéndose camino hacia mi clavícula - Por desgracia ya debo irme - el alfa se levanto y en el proceso ayudándometambién, cuando estuve de pie frente a el hombre que había osado lamerme sin mi consentimiento, hice lo que cualquiera habría hecho en mi posición, le di una bofetada -
Espero que jamas tenga que toparme con usted de nuevo en la vida, así que procure no saltar le de nuevo a las personas - sin mas arregle mi ropa y salí corriendo, dejando atrás aquel alfa, el cual no dijo nada frente a mis acciones -
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Antes de volver a mi departamento el cual compartía con mis amigos, decidí ir al mercado por algunas cosas provisiones y golosinas porque si aunque no me gustara admitirlo era amante de lo dulce, y que mejor lugar para comprar, que el mercado Namdaenum, estaba un poco retirado de donde vivía peri al menos para mi valía la pena. Principalmente compraba bannamilk, mochi, pocki, se que quizás podría ir a cualquier tienda, pero lo cierto era que en aquel mercado, se encontraba una cafetería en donde preparaban el mejor postre de chocolate y cerezas.
Hacia bastante frió, no solo porque fueran altas horas de la noche sino que también a pocos días del invierno.
En medio de mi caminata una ráfaga de viento golpeo mi cara, pero no contaba con que viniera acompañada de un aroma a cerezas llamando mi atención, sin pensarlo mucho busque de donde provenía aquel fantástico aroma y grata fue mi sorpresa al ver aun chico de baja estatura, mi lobo parecía hipnotizado por la presencia del joven, para cuando estuve cerca, me abalance sobre el chico.
Me había dejado cautivar tanto por aquel niño que simplemente deje que mi lobo se hiciera cargo, claro debí haber esperado aquel golpe sobre mi mejilla, pero a diferencia del omega yo esperaba volverlo a encontrar.
