Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Úɴɪᴄᴏ

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Bakugō Katsuki, un rubio cenizo con ojos afilados del color de la sangre, se encontraba viendo las noticias una vez más, por tercera vez en la semana mencionaban al futuro mejor héroe, el siguiente símbolo de la paz: Midoriya Izuku, mejor conocido como el héroe Deku. Este joven de 20 años, amigo de la infancia de Bakugō, tiene un notable cabello de color verde, ojos cuales esmeraldas y un rostro sonriente con pecas.

“En las últimas noticias: se ha visto al héroe Deku decaído últimamente, antes siempre salvaba a las personas con una iluminada sonrisa en el rostro, pero ya no es así. Se rumorea que tiene una pareja, tal vez su estado se deba a un conflicto con ella. Sea lo que sea, esperamos tener de vuelta al futuro símbolo de la paz, de seguir así, puede que su lugar se vea desplazado y nadie desea eso”.

Todos sabían que Izuku estaba decaído, mas nadie entendía el por qué… ¿Qué podría afectar tanto al héroe para que se viera desganado y sus ojos dejaran de brillar? Desafortunadamente, no había respuesta para contestar esa pregunta y la persona en cuestión se negaba a hablar sobre ello.

A Katsuki ya lo tenían hasta la madre con el tema, él no sabía nada, aún así los extras imbéciles no dejaban de preguntarle.

Su celular sonó avisando una llamada, sin ver el remitente contestó.

— Bakugō, Midoriya está desaparecido.

— … — se tomó un momento antes de pensar la respuesta — ¿Y a mí que mierda me importa?

Al no recibir respuesta se dió cuenta de la gravedad de la situación, en otro momento, la persona al otro lado de la línea le hubiera reclamado por su desconsideración.

— Kirishima, ¿estás completamente seguro de esto? No vaya a ser que ni lo buscaran bien y el nerd solo haya salido a tomar una vuelta.

— Estoy seguro, su madre no sabe nada, ninguno de los alumnos de la clase 1-A ha tenido contacto con él desde hace 2 semanas, ni siquiera All Might sabe.

—Bien, supongo que el jodido Deku sí que sabe extraviarse. ¿Y qu-...?

El sonido de su puerta siento golpeada no le dejó terminar su interrogación, ¿quién mierda jodía ahora?

Con el ceño fruncido y dejando a Kirishima hablando solo, se dirigió a abrir la puerta, grande fue su sorpresa al ver de quién se trataba. ¡Nadie más que el «desaparecido»!

— Jodido bastardo, hasta que apareces. ¿Qué mierda quieres?

— Oh, bueno… Primero que nada, ¿puedo pasar?

Es divertido cuando tus acciones no concuerdan con tus palabras, para el rubio no era el caso, el peliverde sin esperar respuesta había invadido su casa, más de una vena se marcó en su frente y llamando a toda su paciencia no sacó a patadas al otro de su hogar.

— Adelante, pasa, no hay problema — en cada palabra su sarcasmo se destacaba.

— Perdón, Kacchan, estaba urgido por hablar contigo.

Izuku llevaba una expresión indiferente, carente de emociones, muy extraña en él. Algo andaba mal, Bakugō pudo notarlo a penas divisó al otro frente al umbral de su puerta. ¿Como sacar el tema?

— ¿Por qué tienes una expresión tan desagradable en tu ya horrenda cara? — así, directamente, como solo Bakugō Katsuki podría hacerlo.

— Já, inusualmente hoy estás de buen humor, Kacchan. Respondiendo a tu pregunta: es por lo que vine aquí.

Midoriya fue allí por una razón en especial, pero al poner un pie dentro del espacio de Katsuki, su determinación desapareció y llegó la duda de si ir allí fue la mejor opción.

“Ha estado rondando un vídeo en donde el héroe Deku no alcanza a rescatar a un civil, se presume que es elaborado para bajar la popularidad de éste, sin embargo, aún hace falta más información al respecto”.

Solo hace falta mirar la expresión del pecoso para que el rubio entienda todo, rápidamente apaga la televisión y milagrosamente, se queda en silencio.

— Yo… Estaba ahí, la vi, ella también me vió, me suplicó por ayuda. El edificio estaba por colapsar, mis pies se… Estaba congelado, no podía moverme, le gritaba a mis piernas por correr… — la voz de Izuku empieza a temblar, la humedad en sus ojos empieza a hacerse notoria. Bakugō lo lleva al sillón, sin decir nada, no deja de mirarlo — Cuando me pude mover... E-ella ya... Y-yo no pude. ¡No pude salvarla! — sus lágrimas caían sin filtro, a borbotones y su voz se hacía cada vez más desgarradora.

Katsuki solo atinó a hablar y tomar su mano; nada sabía sobre cómo consolar al otro. Este iba a ser su mejor intento.

— No fue tu culpa, nerd de mierda. No puedes creer que tienes algún poder sobre la vida y la muerte, simplemente eso no estaba en tus manos. Lo que a ti te pasó a cualquiera podría pasarle, el no poder reaccionar a tiempo y el lamentar la pérdida de una vida inocente luego.

— S-sí, pero… De haber sido Kacchan, esa vida se hubiera salvado.

— Puede que sí o puede que no, no lo sabremos jamás, solo una cosa debes tener clara en tu mente: no fue tu culpa, Deku.

Una sonrisa triste relució en los labios de Izuku y las lágrimas que se estaban reluciendo; salieron por última vez.

— ¿Sabes? Lo irónico de esto, es que esa niña tenía una insignia del gran Ground Zero, ni siquiera logré salvar a la fan de mi rival…

Si Bakugō Katsuki dijera que eso no le dolió, sería una vil mentira; después de todo, era una niña y sobretodo su fan. Tal vez en otro contexto solo hubieran hablado y el rubio sonreiría orgulloso de que fuera una fan suya y no del inútil a su lado, pero en esta ocasión, ambos solo podían lamentar esa pérdida.

Su celular vibró, alguien inconsciente de lo que pasaba entre ellos, atinaba a mandarle un mensaje al rubio, pidiéndole que fuera hacer su habitual rotación de turno.

— Perdona, tengo que responder.

— Ah, sí, lo siento. Estoy aquí ocupando tu tiempo mientras tienes cosas que hacer… Lo sabía, fue un error venir.

— … ¿Dices eso luego de casi inundarme la casa? Hay que ver cuándo te pusiste tan descarado, Deku — volvió a poner su celular en donde estaba.

Bakugō miró a la frágil figura de Izuku, a las bolsas negras bajo sus ojos irritados, a su cabello desarreglado y los pequeños estremecimientos que quedaban en su cuerpo debido al llanto intenso de hace un rato. Sintió una emoción naciendo; algo le decía que debía proteger esa tan odiada pero a la vez amada figura. Sin pensar atrajo al otro a un abrazo, sorprendiéndolo.

— K-Kacchan, ¿qué haces?

El rubor en el rostro del peliverde hacía al rubio querer reír, y lo hizo, después de todo, él es Bakugō y siempre hace lo que quiere.

— Huh, Kacchan, e-es vergonzoso, no te burles de mí.

Después de un tiempo, Izuku comenzó a reír con él, no sabía por qué lo hacía, pero simplemente no podía parar.
Así era como ambos reían sin un motivo en concreto, solo lo hacían porque querían y no soltaban el abrazo. No necesitaban el por qué, ambos sabían que anhelaban la calidez ajena y con eso se conformaban.

— Oye, hoy me quedaré todo el día en casa así que más te vale servirme de diversión.

Midoriya sonrió aliviado, aún no quería separarse de Katsuki, no sabía por qué motivo pero debía ser el mismo que lo llevó a la casa de este. A pesar de que el error que lo perseguirá de por vida y la tristeza que este le causa, en este momento, al lado de Bakugō, Izuku encuentra paz.

“Luego de tomarse un tiempo de inactividad, el héroe Deku vuelve más recargado que nunca. Además, no viene solo. ¡Ground Zero lo acompaña!
¿Quién pensaría que los dos rivales estarían trabajando codo a codo? ¡Ambos tienen una sonrisa resplandeciente en sus rostros!
¡Bienvenidos, Wonder Duo, el héroe simbólico de la Paz y el héroe simbólico de la Victoria juntos!”

TıмεDonde viven las historias. Descúbrelo ahora