🥀𝕻𝖆𝖗𝖆 𝖘𝖎𝖊𝖒𝖕𝖗𝖊🥀

Capítulo IV: Nuestra primera misión

Silver guió al team hacia el gimnasio, les presentó al equipo y luego les brindo los uniformes para que puedan entrenar.

-Silver... ¿No tienes otro traje?

-¿Por qué? ¿No es de tu talle?

-Si... lo es pero es muy... ajustado.-expresa nerviosa la rosada.

-Oh lo siento Amy, los uniformes son así. Pero tranquila, se ajusta bien al cuerpo y además es resistente a las balas de pequeño calibre.

-Wow que buen material. ¿Cuál es la tela? Podría usarla para hacer los trajes para bucear. ¿No lo crees Sonic?

-Emm si, obvio que si Tails pero yo no lo usaría... Nunca más.

-Que miedoso eres. Nunca vas a superar tu miedo.

-Nop y soy feliz con ello asi que no me molestes.

-Bien chicos, vayan a cambiarse asi pueden comenzar con la prueba.

-¿Prueba? ¿Qué prueba Silver?

-Al igual que el general Shadow y todo el equipo de Zone Cop, ustedes deberan pasar una serie de pruebas en las cuales sean evaluados para saber si son lo suficientemente fuertes para estar en la misión.

-Okey, pan comido.-expresó el azulado con confianza.

El team se dirigió hacia los vestidores. Al pasar veinte minutos los chicos se percataron que Sticks y Amy no habían salido todavia y comenzaron a llamarlas por los comunicadores.

-¿Amy?

-¿Qué pasa Sticks?

-¿Ya estas lista? Nos están esperando afuera, Sonic me mando un mensaje.

-Ve tu, yo me siento mal.

-¿Te sientes mal? ¿Quieres que le avise a Sonic?

-¡No! ¡Ni se te ocurra llamarlo!

-Si no me dices que tienes ire a avisarle.

-Es que... me queda muy ajustado, se me marca todo.

-A mi también amiga, pero tienes que adminitir que es un uniforme muy cómodo. ¡Siento que no llevo nada puesto!

-¿Cómo puedes estar tan tranquila?

-Vamos Amy, no puede ser tan malo. Anda, sal y muéstrame como te queda.

-Agh, ¡bien!

Con mala predisposición, la rosada decide salir del cubículo, mostrándole como le quedaba el traje a la tejón. Como respuesta, recibió unos ojos muy abiertos por parte de su amiga.

-Por dios...-expresó sorprendida-¡Amy... te ves espectacular!

-Ay no me mientas... me veo como una prostituta.

-¿Prostituta? ¡Te ves como una guerrera!

De pronto, se empezaron a escuchar unos golpes en la puerta del vestidor.