¿Qué pasaría si el niño mas serio, formal, inteligente y malhumorado y el niño mas bromista, gamberro, rebelde y abierto del instituto se enamorasen?
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Au de instituto
Salieron una vez ya preparados para comprar. Gustabo hablaba de lo mal que estaba peinado mientras Conway le decía que estaba hermoso, en ello, se pusieron los cinturones, Gustabo puso una mano encima de la de Jack con una sonrisa, mano que yacía en la palanca de cambios.
Jack imitó su mueca mientras ponía en marcha el coche. Pasaban por las calles con el único sonido del motor y algunas voces de la calle.
Una vez habían llegado, ambos se bajaron y entraron a la tienda. Era como un centro comercial solo de comida, tenía hasta parking (en plan Mercadona grande xd).
Cogieron cosas que necesitaban, leche, huevos, legumbres... De todo. Una vez con lo esencial en su poder empezaron a coger cosas que ellos querían, y con eso nos referimos a chuches.
-¿Cari me compras esto?- preguntó señalando una bolsa con golosinas con forma de sandía y azúcar por todo el alimento.
-Gus ya llevamos muchas chuches, venga otro día- dirigió el carrito a la caja, pero al ver que Gustabo no le seguía se giró y lo vio de brazos cruzados haciendo un pucherito que simplemente lo convenció.
-Anda échalo al carro- se rindió recibiendo un "wii" por parte del menor.
-Ya está ¿No?- preguntó Jack con una ceja alzada.
-Si- dijo García con un sonrisa.
(...)
Una vez habían pagado Jack llevaba las bolsas más pesadas mientras Gus llevaba las que solo tenían chocolatinas o chuches de todo tipo.
-¿Que cojones...?- preguntó al aire Jack mientras soltaba las bolsas y se dirigía a su coche, que tenía las 4 ruedas pinchadas.
-Per-- el rubio fue interrumpido por una tela puesta en su boca.
Al instante cayó dormido en los brazos de un desconocido, quién sonreía debajo de la máscara que llevaba.
Mientras Conway estaba concentrado en saber más sobre su coche, Gustabo era montado en una furgoneta roja completamente drogado.
-¿Has dicho algo antes cariñ-- se giró viendo que no estaba en su punto de visión.
-¿¡Gus!?- chilló desesperado viendo una furgoneta roja irse.
-¡Me cago en la puta joder!- con las manos temblando cogió su móvil y marcó el número de su padre.
