¿Qué pasaría si el niño mas serio, formal, inteligente y malhumorado y el niño mas bromista, gamberro, rebelde y abierto del instituto se enamorasen?
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Au de instituto
Tres días para la fiesta. Ambos estaban perdidos. No entendían que era lo que sentían, pero algo había. No habían hablado desde aquella conversación. De vez en cuando se dedicaban miradas en medio de clase, se sonreían y de vez en cuando se cruzaba algún que otro guiño por parte de Gustabo.
-¿Me puedo sentar?- preguntó al llegar a la mesa que Jack ocupaba aprovechando que no había llegado nadie.
-Si- dijo jugando con su comida.
-¿Hoy quedamos para el trabajo?- preguntó sentándose.
-Si, haría falta continuar- dijo mirándole por encima de las gafas de sol viendo los ojos por los cuales estaba tan perdido.
-Bien, te espero en el aparcamiento Jackie- le guiñó un ojo y se fue con Horacio el cual estaba entrando con Volkov charlando tranquilamente.
-No me llames así- le regañó cuando aún estaba cerca.
-Nos vemos luego Viktor- se despidió Horacio con la mano dejando que se fuese- ¿Qué tal con tú amorcito?- preguntó socarrón.
-Habló el más indicado- bufó- bueno le he dicho que después quedamos para el trabajo y le he guiñado un ojo- se encogió de hombros.
-Hay... Que mi bebé se enamora- suspiró.
-Callate cara espinaca- después de eso fueron a sentarse en su mesa de siempre.
-Oye Segis- le llamó- toma come- le lanzó una lechuga.
-Toma perro- le lanzó un macarrón el cual le manchó la camiseta blanca.
-ASQUEROSO- con la cuchara cogió un poco de puré y se lo lanzó a la cara.
Nadie sabe como acabaron en una guerra de comida la cual los profesores tuvieron que parar.
-Señor García pase- le indicó el director.
-¿Si?- dijo con cierto miedo.
-¿Me puedes explicar por que has hecho una guerra de comida en medio del comedor?- preguntó cruzándose de brazos.
-Bueno... Pues no sé simplemente ha surgido- explicó encogiéndose de brazos.
-Bien que sepas que tienes un parte. Ya te puedes ir- dicho esto salió de la sala. Le dio un poco igual el parte, ya tenía muchos y había sido expulsado varias veces.
Pasaron el resto de las clases y por fin llegó el momento de salir.
-¿Por que llevas la camiseta manchada de comida?- preguntó Jack nada más verle.
-Se resume en tres palabras: Guerra de comida- dijo con cierta gracia.
-Ah, bueno sube al coche- lo abrió dándole paso lo cual el otro captó.
-Joder que bien huele coño- susurró aprovechando que el otro no le escuchaba.
Una vez llegaron a la casa fueron directamente al piso de arriba. Nada más llegar vio a Conway abrir la puerta del armario.
-Toma ponte está camiseta- le tendió una de un grupo de música.
-Gracias- respondió y sin más se empezó a quitar dicha prenda dejando su torso al descubierto.
-¿N-No podías esperar a que me fuera- preguntó sonrojado.
-¿Por qué Jack? ¿Acaso te pongo nervioso?- preguntó en un tono seductor acercándose.
-C-Cuando termines me avisas- se fue lo más rápido que pudo.
Se terminó de cambiar y fue al comedor.
-¿Macarrones? ¿Enserio? Ya hemos comido antes- se quejó.
-Pues es lo que hay- cogió el tenedor y se dispuso a comer.
Cuando terminaron fueron a hacer el trabajo pendiente. Siendo sinceros no se podían concentrar pensando en el otro. Esta vez estuvieron hasta que se hizo de noche.
-Uff pues ya está- dijo Gustabo con alegría.
-Sip- respondió Conway. No sabía que más decir. Cruzaron miradas sintiendo algo que nunca sintieron: Amor.
-Jack...- suspiró García para luego unir sus labios. Sintió lo que sintió el primer día pero intensificado, ahora nadie los interrumpiría o eso creían...
Se levantaron de sus sillas y se tumbaron en la cama quedando Conway encima. Se besaban despacio pero con deseo. La lengua de Jack exploraba la boca del otro juntando sus lenguas.
-Joder...- suspiró Conway metiendo las manos por debajo de la camiseta que le había prestado. Jugó con uno de sus pezones mientras lo besaba. Estaban sintiendo el placer que nunca sintieron con un solo beso.
Le retiró la camiseta ahora tocando su blanca piel. Gustabo tenía escalofríos por las frías manos tocándole. Pero el también quería tocar.
Desabrochó despacio la camisa tocando los bien formados pectorales.
-Estas buenísimo joputa'- alagó Gustabo. Jack empezó a bajar los besos repartiéndolos por su cuello cuando el móvil de García sonó- me cago en su puta madre- susurró mirado la pantalla. En este ponía ''Horasios el sersi''. Cogió la llamada.
-¿Gustabo? ¿Dónde estas? Es muy tarde y hay tormenta y me da miedo- dijo poniendo bocecilla de niño pequeño.
-Ahora mismo voy- colgó- J-Jack me tengo que ir, Horacio me necesita- dijo cogiendo la camiseta y poniéndosela.
-Joder vale- dijo con un puchero viendo la erección entre sus piernas.
Se dieron un beso de despedida y salió lo mas rápido que pudo. Con una mano sobre su cabeza para no mojarse tanto.
-Ya estoy aquí Horacio- dijo entrando a su cuarto.
-Gustabo túmbate conmigo hasta que me duerma porfis- pidió, lo cual el otro le consintió tumbándose a su lado -espero no haber interrumpido nada-
-No, solo un polvo exquisito pero bueno otro día será- dijo encogiéndose de hombros.
-Joo, lo siento pero es que no podía dormir- le abrazo el torso.
-Tranqui no te preocupes- le sonrió -anda duérmete-
-Buenas noches- sin mas se quedó dormido casi al instante.
Gustabo se levantó y le cerró la puerta. Entró a su propio cuarto, se quitó los pantalones, iba a hacer lo mismo con la camiseta pero se dio cuenta de quien era y se la dejo puesta. Una vez en la cama se la acercó a la nariz oliendo el caro perfume del otro. Se durmió con esa fragancia.
Se que esperan el secso, lo se, pero no os lo puedo dar ya de ya. Pero pronto ;)
Yo participé en una guerra de comida en el comedor del colegio, fue increible, no se como no nos pusieron un parte a todos, las cocineras no sabían donde meterse
Sos puto?
Contesta o me drogo
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