DOLL HOUSE

Entre sonrisas ensayadas, lágrimas derramadas y una casa

Todo el mundo piensa que somos perfectos.

Por favor.

No dejes que vean a través de las cortinas.

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━Muy bien chicos ━habló el profesor llamando la atención de sus alumnos━. Como proyecto final tendrán que hacer una composición sobre lo que han aprendido de mi clase alrededor del semestre y lo mejor... ¡Será en parejas! ━las típicas miradas entre amigos fueron lanzadas, pero la complicidad no duraría demasiado al ver como él profesor extraía de su carpeta la lista de asistencia━. Yo formaré las parejas, están en su primer año y es necesario para su desarrollo social trabajar con más personas que no solo sean de su círculo de amigos.

Los estudiantes protestaron molestos, en los últimos asientos, cierto pelinegro dejó caer la cabeza contra la superficie de su escritorio creando un sonido sordo logrando despertar al rubio que se encontraba durmiendo plácidamente a su lado.

━¿Qué ocurre?... Ya terminó la clase ━quizo asesinar a su mejor amigo por su falta de interés. Pero la realidad de saber que posiblemente le tocaría con alguien que no conociera le ponía los pelos de punta.

Si bien era un chico muy sociable, acostumbraba a juntarse con chicos ajenos a su salón y en este con el único que cruzaba más allá de un simple saludo, era el estúpido adormilado que con todo el descaro volvió a acomodarse en la superficie de madera.

━Hwang HyunJin ━juró que sintió una gota de sudor bajar por su frente y desparecer por su pecho━ ... con Lee Felix.

Si antes hubo bullicio en el salón debido a las quejas de sus compañeros en cuanto a los que les tocaron respectivamente. El silencio que se creó al haber mencionado a cierto peligris, logró que todos reflexionaran que quizás sus compañeros de equipo no eran tan malos. HyunJin observó cómo algunos de sus compañeros le dirijan una mirada lastimera, su amiga Yuqi la cual estaba celebrando anteriormente con una chica por haber quedado juntas, puso su dedo pulgar en su cuello simulando un cuchillo.

HyunJin estaba considerando reprobar, después de todo solo era la última nota del semestre y tenía un promedio de sesenta, seguramente pasaría. Era mejor reprobar que hacer equipo o incluso pasar tiempo con ese peligris.

No era que no le agradará el peligris, simplemente le inquietaba. Esa aura tan misteriosa que el menor se cargaba. Y esa mirada tan antipática que le daba a todo el mundo, le ponía los pelos de punta.

Recordó como millones de veces compañeros de la clase, que les tocó hacer un trabajo con él fueron patéticamente declinados y sacados del equipo.

Lee Felix era un misterio, un misterio que él no quería descubrir. Todo en él causaba escalofríos desde su mirada perfilada, su piel blanquecina como si de un cadáver se tratase, hasta la ropa qué utilizaban; nunca manteniendo una expresión facial más allá de la indiferencia y siendo el promedio más alto de toda la clase, por no decir también de la preparatoria.

En definitiva no, ni loco haría equipo con ese niño, antes prefería reprobar todo el año y que su mamá lo castigara quitándole su consola de videojuegos y prohibiendo las salidas con JiSung.

Estuvo a punto de levantar la mano para pedir salir al baño, al menos en la comodidad de un cubículo podría pensar que hacer.

Más no contó que el silencio fuera nuevamente reinando el salón, al ver como él principito de hielo levantaba la mano llamando la atención del docente.