16 - Cerca.

583 68 9
                                    

Malcolm.

- Te digo que éstos están mal.

Si tanto le molesta por qué no toma sus manzanas y se las mete por el....

- Tiene razón - forcé lo mejor que pude.

Todos estos clientes idiotas me hacen perder la fe que no tengo en la humanidad cada día.

No entiendo cómo logran superarse, pero lo hacen.

***

- Regresé - Reese se asomó sonriente por la ventana de la habitación y luego entro.

- Puedes usar la puerta - le comenté - pienso yo al menos.

- Puedo, pero quería que fueras el primero en ver esto - Reese me enseñó un papel que traía.

- Genial un 10... Esperaaa... ¿Un 10? - le quite la hoja de las manos y efectivamente, era un 10.

- Supongo que si funcionó que me enseñarás el tema - se sentó junto a mí - Me hicieron repetir el exámen para verificar que no estaba haciendo trampa.

- Genial - lo besé - has cambiado bastante.

- Si... Es raro a veces ser tan cerebrito en la clase - asintió para luego mirarme - sin ofender.

- Bueno, logramos que te recuperarás, ya es seguro que te gradúas este año... - lo último lo dije no muy animado.

Tal vez por eso también me encontraba enojado con casi todo el mundo.

- ¿Malcolm?

- Ya sabes... Me preocupo, no quiero separarme de tí, por primera vez en mucho tiempo, no quiero crecer... No quiero graduarme de la secundaria ni tener que trabajar y que todo se quedará como cuando éramos niños...

Reese me abrazo, sin decir nada más, me acerco a el, tanto que mi oido quedó junto a su pecho, podía escuchar sus latidos, calmados.

- Sabes, al final no importa si estoy aquí o en Japón, seguiremos estando muy cerca, nada evitará que piense en tí, eres todo lo que necesito.

Nos recostamos en la cama, Reese seguía abrazándome, estaba tan relajado que sentí mis párpados pesados, no paso mucho después cuando me quedé dormido.

***

Desperté, aún se veía de día, Reese seguía conmigo.

- ¿Cuánto paso? - le pregunté.

- Media hora tal vez - respondí sonriendo.

- ¿Me viste dormir por media hora? - alce una ceja.

- ¿Cómo crees Malcolm? Fueron al menos 10 minutos, luego también me dormí... Entonces ¿Día pesado hoy?

- Si, un maldito Hippie creía que sus manzanas tenían un problema. Odié mi trabajo más de lo normal en ese momento.

- Me imagino, sueles odiar el mundo hasta por respirar.

- Bueno, cuando estoy contigo el mundo no es patético, pero luego me acuerdo que te gradúas y se me pasa.

- Bueno, me gustas igual sea como sea.

- Sabes, tenemos la casa solo para nosotros en este momento - me levanté.

- ¿Tienes alguna idea?

- Hagamos algo a la antigua, cambiemos la sal por el azúcar o algo así.

- No veo porque no, pero creí que querrías algo más - Reese alzó los hombros mientras se iba hacia la puerta.

- Ya tenemos nuestro lugar para lo demás - sonreí - lo digo porque deberíamos hacer algo a la antigua, siento que ya no somos los mismo y deberíamos aprovechar el momento antes de tener que madurar por completo.

- Tienes razón - Reese sonrió - yo pondré la sal en el lugar del azúcar.

- Yo cambiaré el jugo de fresa de Francis por un filete licuado, me lo debe -  hablé de camino a la cocina.

- ¿Qué te hizo Francis? - Preguntó.

- Me dejó plantado para irse con una chica, lo típico.

Ciertamente era lo típico, pero igual, una broma no venía mal de ves en cuando.

★Unas horas más tarde★

- ¿Seguro que no se dará cuenta? - Reese me susurro al oído, Francis estaba a nada de probar el jugo.

- No lo hará - disimuladamente apunte bien la cámara, quería grabar el momento.

Francis le dió un buen sorbo al jugo, luego lo dejo caer y puso cara de asco y luego comenzaron las arcadas.

- Ewh... No...... - Francis corrió hasta el lavaplatos y vómito.

- Funcionó incluso mejor de lo que pensé - hablé en voz baja.

Termine la grabación y fui a ayudarlo, se veía tan patético ahí parado temblando que hasta me sentí un poco mal.

- ¿Que demonios te paso? - pregunté descaradamente.

- Alguien cambio mi jugo de fresa por un maldito filete... - Francis me observo con lágrimas en los ojos - seguro fue Dewey, le debía un favor y lo cobro....

- ¿Quieres que te lleve a la cama? - le pregunté ayudándolo a levantarse.

- Claro, te la debo viejo - Francis no se negó a mi ayuda.

Luego de unos minutos, dejé a Francis en la cama y volví con Reese.

- Todo salió perfecto - Reese sonrió - incluso culpo a Dewey.

- No lo sabía, estaba dispuesto a pagar, pero sí Dewey es el culpable no hay nada que pueda hacer - sonreí.

Al menos por estas últimas dos horas, he sentido que éramos los mismos de hace 4 años.

Sin preocupaciones y con ideas tontas, y sobre todo juntos igual que siempre.

WITH THE STARS AND US『WILKERCEST』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora