Capítulo 5

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Entramos y yo no podía creer lo que veían mis ojos.
Estaba en la cabaña mas genial y fantástica y hermosa y... Esta bien, el punto es que era la mejor cabaña del mundo entero. Era extraño porque yo ya conocía las cabañas pero este año las habían remodelado. Estaban más grandes y modernas.
Dejé las maletas tiradas en la entrada y corrí a inspeccionar la cabaña. Kim hizo lo mismo.
Corrí por el pasillo. En este había una escalera al lado de la puerta de entrada, y habían tres puertas -dos a la derecha y una a la izquierda- y al fondo había una sala con dos sofás rojos, una mesita y una hermosa chimenea.
Me devolví por el pasillo y entre a la puerta de la derecha más cercana a la entrada. Esta guiaba a una habitación con estantes y cajones. Estaba hecha para guardar cosas.
Salí de la habitación y entré a la habitación de la izquierda. No podía creer lo que veía. Frente a mi había una hermosa habitación con un jacuzzi y una ducha con puertas de vidrio. Era hermoso.
-¡Kim, ven a ver esto!- grité y Kim apareció corriendo detrás mío.
-¡Oh Dios mío!- gritó- ¡Tenemos jacuzzi! ¡Esto es el paraíso!- exclamó dando saltitos.
Corrí hacia la puerta de la derecha más cercana a la sala. Tras esta había un hermoso baño con paredes color beige, una ducha con paredes de vidrio, y el resto de las cosas eran de cerámica blanca con toques de madera.
-¡Vamos a ver el segundo piso!- exclamé y salí corriendo hasta las escaleras. Una vez allí, las subí de dos en dos.
En el segundo piso había un pasillo con cuatro puertas. Una frente a la escalera, una al lado de esta puerta, una a la izquierda y una al fondo. Corrí y revise la puerta de la izquierda, que según mi lógica, sería la habitación más grande. Cuando entre vi una hermosa habitación. Había una cama de dos plazas con colchas blancas y cojines de colores. Al lado de la cama había una mesita con una silla, y al lado de la mesa un sofá. Al otro lado de la cama había una ventana con una especie de sofá. Frente a la cama había una televisión plasma y al lado de la televisión había un armario.
-¡Me pido esta!- grité. Y Kim llegó corriendo al cuarto.
-¡Es injusto!-exclamó -Yo no alcancé a elegir- dijo cruzándose de brazos.
-La que llega primero gana- dije sonriéndole.
-Está bien. ¿Vamos a ver mi habitación?
-Vamos.
Caminamos a hacia la puerta que estaba frente a mi habitación.
En esta habitación había una cama de dos plazas también, con colchas blancas y celestes y cojines celestes. Habían dos mesitas de noche a cada lado de la cama. Frente a la cama había un sillón para una persona y al lado de este había una televisión plasma, y al lado de la cama había un gran armario -más grande que el de mi habitación-.
-Esta será mía- dijo Kim.
Salimos de ahí y nos dirigimos a la puerta del fondo.
Esta puerta era de un baño idéntico al del primer piso.
-Y la ultima puerta ¿De qué será?- preguntó Kim.
-No lo sé. Vamos a inspeccionar.
Fuimos hacia la puerta que estaba frente a la escalera.
Allí había otra habitación. En la cual había una cama de dos plazas, con colchas blancas y naranjas, y dos cojines- uno naranja y otro café. Al lado de la cama había una mesita rectangular blanca con unas revistas encima de ésta. Frente a la cama había otra televisión plasma y al lado de esta había un armario.
-¿Y ésta habitación?- preguntó Kim igual de confundida que yo- ¿No seríamos solo nosotras dos en esta cabaña?
-No lo sé. Al parecer seremos tres.
-Solo espero que esta chica no sea una loca asesina.
-¡Kim!- exclamé riéndome -Deberías ir a un doctor. Eres un poco paranoica.
Bajamos a ver a mis padres y a mis hermanos y nos encontramos con que ya no estaban. Pero sí estaban las maletas tiradas.
-Seguramente se fueron a dejar las maletas de el par de idiotas- dije- mejor subamos nuestras cosas.
Así que subimos nuestras cosas a nuestras correspondientes habitaciones. Y luego bajamos.
-Vamos con ellos. Así comprobamos cual cabaña es mejor- dijo Kim.
Reí- Esta bien. Vamos-.
Salimos de la cabaña, pero nos acordamos de que no sabíamos el número de cabaña de mis hermanos. Lo único que sabíamos era que era una cabaña de numero par. Ya que eran 40 cabañas, y en las pares dormían los hombres y en las impares las mujeres. Eran como dos líneas, en una estaban las cabañas pares- de los chicos- y en otra las impares- de las chicas.
Por si se lo preguntan, el sector de las cabañas estaba dividido en 4 secciones seleccionadas según la edad. La primera era la sección kínder, que era para chicos de 7 a 9 años. La sección infantil para chicos de 10 a 12 años. La sección intermedia para chicos de 13 a 15 años y por ultimo la sección grande para chicos de 16 a 18 años. Por lo tanto, este sería el último año de mis hermanos.
Llamé a Matt para saber en que cabaña estaban.
-¿April?
-Matt ¿Cuál es su cabaña?
-La 34.
-Vamos para allá. Adiós.- lo sé, que corta conversación.
Seguimos caminando hasta que llegamos a la cabaña de mis hermanos, y tocamos la puerta.
Matt nos abrió.
-Chicas- exclamó- Qué bueno que vi...- no pudo terminar porque Kim lo interrumpió.
-Necesito saber si su cabaña es mejor que la nuestra- una vez dicho esto, entro a inspeccionar la cabaña.
Matt y yo nos reímos y yo la seguí.
El primer piso era casi igual. La única diferencia era que los sofás eran azul rey.
Subimos al segundo piso y lo revisamos. Las habitaciones eran distintas a las nuestras: las camas eran todas iguales- de dos plazas con colchas blancas, una manta negra en los pies de la cama y con cojines negros- todas tenían una mesita de noche y un armario. La diferencia de las habitaciones era el tamaño. La habitación que estaba a la izquierda- la que supuestamente era la mía pero en esta cabaña- era más grande que las otras dos. La que supuestamente era de Kim, era la segunda más grande. Y la habitación que sobraba era la más pequeña.
-Estoy feliz de saber que nuestra cabaña es mejor que la suya- dijo Kim con un tono de superioridad.
-¿Ah si?- dijo Jake cruzándose de brazos- ¿Y se puede saber por qué? Si ustedes nos dijeron que ambas son casi iguales.
-Por que en la otra estamos nosotras- dijo Kim sonriendo.
Todos nos reímos. En eso llegó un chico cargando tres maletas. Era alto, de pelo castaño y ojos cafés.
-Hola- saludó- ¿Ustedes son los gemelos Hayes?- dijo refiriéndose a mis hermanos.
-Sí- afirmaron ambos al unísono.
-¿Y ustedes son...?- dijo ahora refiriéndose a nosotras.
-Yo soy April y ella es mi amiga Kim- dije señalándome y luego señalando a Kim -¿Y tú eres...?
-Cierto- dijo soltando una pequeña risita nerviosa -Me llamo Thomas y viviré aquí.
-Tristemente te tocaron mis hermanos de compañeros- dije haciendo una mueca. Ambos me fulminaron con la mirada.
-De acuerdo. Nosotras nos vamos a ver si ya llegó nuestra compañera. Adiós- dijo Kim y me tiró del brazo para sacarme de allí.
-¡Adiós! ¡Intenten no quemar la casa!- grité antes de salir de la cabaña.
Caminamos hacia nuestra cabaña. Una vez ahí abrí la puerta con mis llaves.
Si, nos habían dado llaves de la cabaña a Kim y a mi.
Entramos y subimos directamente al segundo piso. Una vez allí entramos a la habitación sobrante.
Abrimos la puerta y nos encontramos con una chica de pelo castaño y rizado y ojos claros. Era linda.
-¡Hola!- nos saludó sonriente- Supongo que ustedes son mis compañeras de cabaña. Soy Emma White ¿Ustedes son...?
-Yo soy April Hayes- salude con una sonrisa.
-Yo soy Kimberly Morris, pero dime Kim.
Esta chica me caía bien.

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Nota de la autora:
Hola chic@s! Bueno, mil millones de millones de millones de gracias por todo su apoyo, en serio, significa mucho para mi y nunca dejaré de decírselos ni agradecérselos.
Aquí esta la maratón que les prometí. Gracias por los 20 comentarios (fueron más de 20 así que muuchas gracias)
Pregunta:
¿Qué les parece la cabaña de las chicas? ¿Les gustaría estar en una así?
Por favor comenten, voten y recomiéndenla si les gusta, en serio lo apreciaría mucho!
Besos y gracias por todo el apoyo!❤️
Maratón parte 1/?
(Perdón si me demoré mucho en subirla, es que no tuve mucho tiempo)

*Cabaña de April, Kim y Emma en multimedia*

Un rival irresistibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora