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¿Cuánto tiempo a pasado desde que el peliturquesa se había perdido en aquellos ojos rojizos?

Quizás unos cuatro...? No, cinco años.

Los chicos estaban a dos años de terminar su universidad, casi nada, y con eso, Bon estaba "listo" para declararle su amor a Bonnie.
Llevaban ese tiempo juntos como amigos, sin embargo últimamente tenían acercamientos que el moreno no lograba ignorar.

Quizás sus últimos dos años los podrían pasar juntos como el típico romance escolar y luego planear sus futuros unidos.

Estaba el de ojos verdes soñando despierto aún sentado en su lugar, hasta que el pelirrojo llegó dándole un pequeño golpe de palma abierta en la frente.

-Maldición Fox, aprende a saludarme de forma menos dolorosa-

El de ojos de miel comenzó a reír, al mismo tiempo que tomaba la mochila del que se encontraba tallando aquella zona de dolor que ya tomaba un color más elevado.

-Si no hubiera tenido que verte durante casi quince minutos, aquí sentado, casi babeando por el enano ese, el golpe no hubiera existido-

-Me estuviste viendo durante tanto tiempo...?-

Otro golpe llegó pero está vez de palma abierta en la espalda del de menor estatura.
Las mejillas del "pecoso" comenzaban a tomar color, sin embargo nadie lo noto pues era algo que el chico ya sabía esconder muy bien, claro, sobre todo ya que el peliturquesa ni caso hacía.

Cuando iban de salida Bonnie tropezó con ambos, saludando primero a Fox que era su compañero en sus antiguas prácticas de aquel grupito de música, y después dándole un pequeño abrazo a Bon, ya que a pesar de ya no existir ninguna banda ellos seguían con sus sesiones privadas de práctica.

-Vas muy apurado, ten cuidado o te caerás- Hablo el más alto de los tres,
-Perdón, perdón, tengo una reunión importante con uno de los profesores para checar cosas a futuro- El de los lentes casi se infló de orgullo, a lo que el moreno solo atino a reír, por la ternura que le causaba, estaba por hablar para preguntar para que, pero el que llevaba prisa solo siguió su camino despidiéndose de ambos.

-Uff, cuidado casanova, le sueltas tanta labia que de seguro hoy se casan-

El mayor comenzó a reír a lo que Bon dejo "caer" su mano dando un toquesito(? sobre la virilidad del otro, volviendo su risa un quejido y retortijón.

El conejo azul y el zorro se habían hecho grandes amigos, gracias a las veces que Bon llegaba a buscar a Bonnie y este estaba ocupado con cosas entre los profesores, técnicamente, Fox aprovecho cada instante para acercarse y demostrarle a Bon que podía confiar en él.

Era obvio que con el paso del tiempo noto que Bon estaba loco por Bonnie, obviamente como el nuevo mejor amigo tenía que aconsejarlo o apoyarlo.

-¿Todo listo para el sábado?- ya en casa de Bon, Fox estaba sentado en una de las sillas del comedor ansioso por probar la comida que el moreno preparaba.

El padre de Bon ya estaba acostumbrado a la invasión de ese enorme chico, al principio lo tomo como una mala amistad pues habían rumores sobre una mala vida que llevaba, típico de los chismes, sin embargo, luego de ver lo idiota y amable que era ignoro todo lo malo, al fin que ser vecinos serviría de algo.

Tenían reparaciones gratis en casi todo, gracias a un amigo de ese pelirrojo.

-Sí, ropa, comprare una rosa, y llevaré el dinero que gane en mi última presentación en vivo, no fue mucho, pero al menos ya gano algo-
El de pecas le lanzó una servilleta hecha bolita, -¡Hey! No hagas de menos tu trabajo, vas a ir subiendo poco a poco, además al menos así podrás invitarlo a cenar... Imagina, una cena romántica, tomados de la mano mientras sacan conclusiones de esos años anteriores que tú parecías más idiota de lo normal por no aceptarte gay-

El de cabellos turquesa le puso su plato enfrente, para después colocar el suyo propio y tomar asiento.

-Fox, se dice "homosexual"- el padre de Bon iba entrando para tomar una cerveza del refrigerador, claro, ofreciéndole una al de cabellos rojos.
-Señor Smith, ¿qué sexualidad tiene su hijo?- el señor lo proceso unos segundos al igual que fue aflojando su corbata del trabajo.
-Es gay...?- tomo con suma delicadeza su bebida pues con las nuevas sexualidades temía tener que escuchar una explicación demasiado larga para su cerebro por parte de su amado niño.

Bon solo comenzó a comer, pues por lo menos su padre ya le aceptaba, enseñarle sería demasiado.

El día deseado llegó, Fox estaba preparando mentalmente a Bon, mientras su padre le aconsejaba con algunas cosas que podrían gustarle a Bonnie, ya que bueno, en ese punto el señor ya le conocía.

Cuando salieron de casa, Fox casi tuvo que arrancar al de ojos esmeralda del marco de la puerta, era obvio que Bon querría huir, aguantar cinco años un amor, para de repente tener que confesarlo... Bon no era nada valiente.

-¡Que seas gay no significa que debas ponerte maricon en esta situación!- Fox ya estaba harto, llevaba al moreno cargado como koala, era como un sueño para él, poder sentir el aroma del contrario tan cerca, sentir sus latidos acelerados por la situación futura, o esos pequeños temblores por el temor de lo que se aproximaba.

Fox suspiro, en forma silenciosa, demostrando su desdicha de saber que pronto tendría mucha menos oportunidad con Bon...
¿

Era necesario esto?
¿Y si mejor regresa por dónde vino llevándose al peliturquesa?
¿Y si mejor se confiesa él?

"Bon me gustas hace cinco años... Mientras tú te enamorabas de Bonnie a primera vista, yo tuve eso mismo, pero por ti... Si me eliges te haré el chico más feliz..."

-E-Entonces... No sé si me entiendas... Se que no soy mu-muy listo pero...-

Bon llevaba varios minutos contándole a Bonnie sobre ese amor que guardaba por él, Fox estaba en una zona donde ninguno de los dos le notará, pero lo suficientemente cerca para correr hacia Bon en caso de ser rechazado.

Sin embargo todo concluyó con un beso de parte del de cabellos morados mientras tomaba las mejillas del de ojos verdes de manera gentil.

Bon lloraba de alegría.
Bonnie le limpiaba mientras reía.

Fox... Fox se rompía.

"Después de él"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora