𝙶𝚊𝚝𝚒𝚝𝚘 🦋 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚑𝚘

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—Know, Hwang— habló el creador —Tendrán que atender a un importante matrimonio que está deseoso de tener a dos increíbles chicos atractivos bajo su poder.

—¡Que divertido! — el pelirosa se giró hacia a mí tras dar brinquitos a causa de la felicidad —¡Estaremos juntos, Know! ¿Hace cuanto que no teníamos un encuentro así? ¿Medio año?

—Quizás— miré hacia Hwang —Creo que sí, medio año.

—Tendremos que disfrutar al máximo, querido.

—Lo haremos— le aseguré tras guiñarle un ojo.

—Dentro de una hora deberán de estar en el hotel que ha sido acordado por los importantes clientes— anunció el creador —Recuerden, hagan su mejor esfuerzo y traigan mucho dinero a casa. Hasta luego.

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Salí con Hwang y nos subimos al auto de lujo que esperaba por nosotros, el cliente es quién decide cómo nos vamos a trasladar hasta el punto de encuentro, claramente, ellos son quienes pagan todo. Llegamos hasta un elegante hotel, sinceramente, me sentía muy nervioso porque no podía dejar de pensar en cierto pelinegro que me ofreció una propuesta muy llamativa, pero aún no decido mi respuesta.

La recepcionista anunció nuestra llegada y tras recibir luz verde, nos dejó pasar. Subimos hasta el sexto piso. Habitación 305. Hwang se detuvo frente a esta y comenzó a hacer la danza de la felicidad puesto que está a punto de tener sexo. Tocó un par de veces y la puerta fue abierta por un atractivo hombre que me hizo sentir ligeramente nervioso a causa de su penetrante mirada.

La mujer es extremadamente bella, sus labios son muy atractivos, su pecho y piel blanquecina son un toque de mucha atracción. Ambos derrochan la plena confianza que se tienen, supongo que no es fácil que tu pareja acepte tus peculiares gustos.

El marido tiene un toque de aire juvenil que lo hace ver mucho más fresco. Él nos invitó a entrar y no lo dudamos dos veces. La mujer se encuentra sentada en un sofá al frente de la cama, ella porta una bata transparente que deja muy al descubierto su bello cuerpo. Nos ofrecieron algo de tomar y gustosamente aceptamos, luego Hwang se encargó de cobrarle al hombre la cantidad que el matrimonio había acordado con el creador.

Hwang tomó asiento a mi lado y comenzó a tocarme, acarició mis genitales, yo hice lo mismo puesto que eso era lo que los clientes deseaban con fervor; luego comenzamos a besarnos delante del matrimonio, besos cortos, lentos, sentí su lengua en mi boca, así que, le correspondí gustosamente y eso logró que los clientes nos miraran con deleite.

—¡Háganlo entre ustedes! — chilló la mujer con auténtica felicidad y deseo. 

Se notaba ansiosa, entusiasmada y excitada.

—Yo seré el activo y tú serás el pasivo— afirmó Hwang con superioridad.

Evité con todas mis fuerzas rodar los ojos y me dejé llevar por mi atractivo amigo. Comenzamos a quitarnos la ropa y aun de pie empezamos a manosearnos y a tocarnos por doquier con el único objetivo de excitarnos al máximo.

—En la cama. Vayan a la cama— ordenó el hombre.

Obedecimos gustosamente y nos acostamos uno al lado del otro mientras la ronda de masturbación daba inicio.

—Bésense— ordenó la mujer con tono demandante. Se acercó a su marido y comenzaron a manosearse.

Nuevamente, acatamos la orden que nos fue brindada por la cliente y comenzamos a besarnos apasionadamente, jugamos con nuestras lenguas y debo aceptar que es muy placentero tener a Hwang como compañero sexual dado que es sumamente experto, adictivo y atractivo; puedo asegurar que es un experto en el sexo.