Asimismo, Thompson también señala que un método similar se usaba en la antigua Roma en contra de otros criminales. Los pies de la víctima eran sumergidos en una especie de mezcla con sal y eran sometidos mientras una cabra lamía dicha sustancia.
De acuerdo con la autora, ese procedimiento provocaba risa al inicio pero no tardaba en ser insoportable y extremadamente dolorosa, y no sólo se llevó a cabo en esa nación sino que se implementó en otras naciones de Europa en múltiples épocas, sin embargo, no existe un claro registro de ello, así que no es posible saber cuántas muertes provocó ese tipo de tortura.