Perdido En Una Nueva Vida

Capítulo 7. La mansión de la familia Cooper²: ¡A la ducha!

—¿Pe-pero q-que mierda haces aquí?

Sí, era la chica irritada.

—¿Ah? ¿Qué haces tú aquí?  —respondí instantáneamente, haciendo denotar en gran medida mi desconcierto.

¿Qué hacía esa chica aquí? ¿Y por qué demonios es tan hermosa? Aunque eso último no importa.

—¡I-Imbecil, deja de mirarme! —Dijo, para luego en modo de "ataque" lanzar hacia mi rostro el brasier rojo que colgaba en sus manos.

¿Cómo debo tomar esto? ¿Como una agresión? ¿O una bendición? La verdad que no tengo ni idea, así que lo llamaré un ataque bendito.

—¡Pero que haces pervertido! ¡Aparta mi brasier de tu cara idiota! —dijo teniendo su rostro casi del mismo color que su brasier.

—Pero si fuiste tú la que me lo tiró en el rostro —respondí mientras tenía mi mentón levantado, evitando así que se cayera su brasier. De esta manera, era su culpa que esté allí y yo no tenía nada que ver con eso. ¿Ingenioso cierto?

—¡Pero lo estás disfrutando maldito degenerado! —gritó, para acto seguido lanzarme una bofetada mientras que con la otra mano intentaba taparse los pechos.

Al parecer fue la bofetada la que me activó las neuronas, ya que luego de pensarlo por un momento, conecté los hilos del por qué ella estaba a mi lado cuando desperté en la clínica y quién vendría a ser ella para mí.

Mi hermanastra.

Si estoy en lo correcto, está chica debe ser Katty Cooper, una hermanastra de aproximadamente mi edad.

Escuché algo de ella pero muy superficialmente, es más, sólo sé que es mi hermanastra y que no es muy amigable conmigo.

La razón del cómo lo sé es que en una ocasión, Alfred la mencionó como una de los hijos de mi padre, y como no dijo "padres" podía inferir que se refería a una hermanastra mía. Pero sólo la mencionó, más nunca aclaró que era ella la chica que estaba en el momento en que desperté, por lo que puedo deducir dos cosas; o el no tenía conocimiento de que ella fué a visitarme, lo que por alguna razón pienso que no es así, o las más obvia, que el daba por hecho que yo ya tenía conocimiento de que ella era mi hermanastra.

De todos modos, no me hacía ningún mal el haber preguntado antes.

Demonios, soy un idiota.

—Mi-mira, p-puedo explicarlo ¿Si? Es todo una equivocación...

—Una equivocación, una equivocación, ¡Siempre debe haber una excusa! ¡¿Cierto?, Igual como dijiste esa vez en que fui a visitarte!  —respondió muy irritada.

—S-Si, pero esta vez es diferente, sólo déjame explicarte...

—¡Ash! ¡Ya cállate, ¿Quieres?!

—Señorita Cooper, ¿Pasa algo? -Dijo Alfred, que se encontraba (juzgando por donde vino su voz) en las escaleras girando el pasadizo de donde se encuentra nuestros dormitorios y donde desgraciadamente, nos encontramos los dos en una situación no muy favorable.

—¡Mierda! —Dije, al escuchar unos pasos acercándose en nuestra dirección.

—¿Q-Qué demonios haces...?

—Solo haz silencio y no digas nada, nos meteremos en más problemas si no cooperas —respondí, luego de taparle la boca a Katty y empujarla hacia dentro de su dormitorio.

Bien hecho Álex, sonaste como un secuestrador -susurré mientras intentaba dirigirnos hacia un lugar en donde Alfred no pueda encontrarnos.

—¡Hmmmmf! ¡Hmmmmm!