Deadeye

capitulo 4 :relatividad de la fuerza

Capítulo 4 - Relatividad de la fuerza

Las librerías son el lugar más maravilloso del universo. Contienen una gran cantidad de información que normalmente es inaccesible para los riajuus en todas partes que no se molestaron en repasar los eventos actuales en el mundo literario, y lo más probable es que uno pueda encontrar un diamante brillante en medio de la basura que siento como alguien haría. Es un lugar lleno de maravillas literarias de todas las épocas, desde el pasado hasta el presente, y la búsqueda de esa única obra maestra perfecta que permanece dormida entre los incesantes montones de basura es la belleza de las librerías.

"Entonces, en resumen, te gustan mucho las librerías", dijo Nakamura, resumiendo mis pensamientos en una sola oración mientras meneaba la cabeza y cruzaba los brazos sobre el pecho, mirándome revisar todos los títulos del pasillo de Fantasía y escudriñando el lomo de los libros como un artesano entrenado, "Hikigaya, termina en treinta minutos, ¿podrías? Estoy bastante seguro de que a nuestros padres no les gustará que nos quedemos fuera más de ocho".

"... Puedes irte ahora si quieres, ya sabes", le dije, "de todos modos vivo solo, así que debería estar bien llegando tarde a casa siempre que no pierda el último tren".

"¿Eh? Hikigaya, ¿vives solo?" Preguntó Nakamura con el más leve dejo de sorpresa y curiosidad en su voz mientras yo simplemente asentía, sacaba una novela ligera del pasillo y la colocaba en la canasta que traje. Son siete menos, quedan tres más.

"Karasuma-sensei dijo que yo hice la transferencia, ¿verdad?" Respondí con una pregunta mientras volvía a escanear los estantes, "... Por cierto, vengo de Chiba".

Nakamura silbó en respuesta a la información que le acababa de dar, "Chiba, ¿eh? Eso es ... ridículamente lejos de Kunugigaoka. ¿Estás seguro de que no cometiste un error cuando te transfirieron aquí? Quiero decir, con todo el algo está pasando ... ¿Cómo le vas a contar a tu familia sobre esto? "

"Preferiría que no te entrometas en mi vida personal, por favor, muchas gracias", dije inexpresiva mientras sacaba otro libro de la pila. Dos más para ir, entonces, veo, "Y además, como estoy lejos de mis padres en primer lugar, debería ser fácil mantener lo que está sucediendo en secreto siempre y cuando no arruine y deje que mi las calificaciones caen ".

"Y una vez más, veo al Hikigaya habitual, ¿eh?" Nakamura dijo con una sonrisa en su rostro cuando obtuve el noveno libro que necesitaba antes de tener que ir a casa. Y todavía no ha salido de la librería. Me refiero a que es ya cerca de ocho años, ¿sabes? ¿Estás seguro de que tus padres estarán bien con esto? Quiero decir, si ya los llamaste antes y les dijiste que estabas saliendo con un compañero de clase y vas a llegar tarde por eso, entonces no me importaría, pero ni siquiera buscaste tu teléfono.

"¿A qué te refieres con el Hikigaya habitual?", Pregunté, inclinando la cabeza hacia un lado en confusión cuando finalmente obtuve el último libro que necesitaba, colocándolo dentro de la canasta mientras me dirigía rápidamente hacia el cajero, viendo un un hombre con una sudadera con capucha negra que actualmente habla con el cajero, mientras que este último tenía una mirada pálida en su rostro mientras abría lentamente la caja registradora.

... Me detuve, haciendo que Nakamura se detuviera y me miró con una expresión interrogante en su rostro. Sin embargo, en lugar de responder a su pregunta no formulada, la hice retroceder lentamente hacia el pasillo del que veníamos. Por supuesto, al ver que estaba actuando de manera antinatural concentrada para mi yo habitual, se quedó mirando la escena que estaba mirando ... e inmediatamente palideció.

Los dos inmediatamente retrocedimos a un lugar entre los pasillos, donde los espejos convexos que habían estado colocados alrededor de la librería no podían vernos. Traté de hacer que mi presencia pasara desapercibida, pero tuvo el efecto de intentar asegurarme de que Nakamura pudiera concentrarse en mí cada pocos segundos.