Prologo

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Massimiliano (Maximiliano)

Mi vida gira en entorno  a la perfección.

Soy un arquitecto muy importante y conocido por la alta sociedad. Somos dueños de las empresas de construcción Bermudez incorporé; las más evaluadas por la sociedad, soy extremadamente millonario. He sacado estas empresas con la frente en alto y con los miles de estudios que mis padres me dieron en mi vida.

Soy el heredero.

Me llamo Joel Maximiliano Bermunez, tengo 30 años, no tengo hijos y tampoco esposa, mi tiempo es muy saturado, mantengo ocupado trabajando y la verdad, no me he enfocado en entablar una relación, pero no voy a negar que tengo mis aventuras en las noches, eso sí, cada vez que las necesite, mi mejor amigo me ayuda en ello.

Claudio Incapier, uno de los socios más importantes de mis empresas y mi mejor amigo, mi mano derecha, mi mano izquierda y mis pies, me conoce muy bien, sabe todo de mi y yo de él

Crecimos desde niños juntos, por eso somos uña y mugre, aunque me saque de quicio muchas veces. Él y yo somos los solteros, los más codiciados de toda Europa.

Y del mundo entero también... Eso dicen en las revistas.

No conozco el amor, solo conozco el propio y el de la familia, pero de una mujer no, aunque, ahora estoy saliendo con una mujer muy refinada, demandada por mi madre.

Ella está preocupada por mi,  mi futuro estaba en fuego y ella desea nietos, no quiere que su hijo varón quede soltero y con mucho dinero, que el dinero no lo es todo en esta vida, pero yo me enseñe a ello.

Bueno, ahora le estoy dando una oportunidad a la chica que escogió mi madre.

Vamos a ver qué puede pasar...

…..

Lucienne (Lucíana)

Que hermoso día...

Sonrió ante otro hermoso día que estoy viviendo.

—Hola papá, hola hermano — los saludo a ambos con una sonrisa, mi alegría contagiosa, los alegra, aunque mi hermano siempre me molesta cada vez que quiere.

—Oye, monstruo ¿hoy tiene más terapias?.

—Hermano, todos los días debo hacer terapias ¡para eso estudie! —comienzo a comer mi desayuno —, además es muy lindo ver tu trabajo reflejado en tus pacientes mejorando cada día.

—Si hija, es muy linda tu labor.

Termino de comer, para  terminar de preparar mi salida, tomo las llaves de mi auto y salgo de casa.

—¡Nos vemos después!

Ambos se despiden desde la cocina, salgo y me dirijo a mi primer paciente, una hermosa abuelita... Todos los días la apapacho, jamás me tocó una como ella, iniciamos muy bien, por eso la adoro.

Su familia me quiere mucho, hasta me trato de enredar con sus nietos, que bochorno cuando hacen eso... no tengo tiempo para novios, además ya viví una ruptura muy fuerte gracias a ello.

Giros del Destinó © ® (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora