Capitulo 13

262 40 32
                                    

Pov normal.

Las ambulancia se hacen presente en el lugar del accidente, todos murmuran que aquella persona que conducía estaba ebria y había muerto.

Otros vieron la velocidad en la que andaba él conductor con su vehículo.

Habían llegado los rescatistas, bomberos y ambulancias, hasta que la policía se hizo presente en aquella escena bastante desagradable. El auto estaba en completa pérdida, los vidrios estaban rotos y regados por toda la autopista, el auto estaba de cabezas y un brazo salía de él por la ventana del conductor, la cantidad de sangre que había era palpable.

El auto comenzó a echar humo y todos comenzaron asustarse, debían sacarlo, y rápido, antes de que sea demasiado tarde.

Todavía tenía pulso...

—Vamos todos a mi cuenta, uno, dos y tres... — sacan un castaño bastante grave.

No le calculaban vida, por lo que los minutos se les hacían una carrera contra el tiempo. Su pulso se iba y regresaba, era como si él...

Comenzaron a revisar sus documentos —Jefe.. Es el presidente Bermudez.

Todos se asombran y comienzan a marcar el número a sus familiares.

Casa de los Bermudez, ¿con quien hablo? — hablan a la otra línea.

—Buenas noches, que pena la hora, necesito hablar con algún familiar del señor Bermudez. —un silencio.

Buenas noches habla con Julian Bermudez, ¿con quien tengo el gusto?

—Señor Bermudez, lamentamos llamar a esta hora para dar malas noticias pero, su hijo está siendo trasladado al hospital central de Francia, está bastante grave de salud, sufrió un fuerte accidente en la autopista, iba bastante rápido...

Sueltan el teléfono, él oficial seguía hablando pero ya nadie lo escuchaba.

—Héléneeeee..

Ambos esposos salen rápido de la mansión camino al hospital central de Francia, al llegar aquel hospital era un caos total, tenían a un miembro muy importante en sus manos.

El tiempo valía oro en ese momento, las horas pasaban y se hacían eternas, su vida estaba en contra del reloj, muchas veces se les iba su paciente y otras su cardio estaba regulado.

Es como si aquella persona no quisiera vivir más.

Habían pasado 12 horas y no habían acabado, su paciente estaba hecho un rompecabezas, el accidente fue bastante fuerte, hasta que por fin acabaron con la cirugía.

Al salir su médico de familia, el doctor los llama; los señores Bermudez y sus hermanas llegan hasta donde está el doctor.

—Díganos doctor, ¡cómo está mi hijo! —Julian estaba desesperado por saber de la vida de su hijo.

—Ya salió del peligro, pero estará un par de días en cuidados intensivos, su estado de salud no está muy bien, además ha perdido mucha sangre.

—Pero .. ¡Dígame que mi hijo estará bien! —el médico hace una mueca ante las palabras de Héléne.

—Las próximas 24 horas son las que nos darán la última palabra, todo depende de que su hijo quiera vivir... Ya le toca a él luchar.

Todos lloran y se desesperan, no pensaron que su hijo estuviera así de mal.

Aquellas horas iban hacer una tortura.

.......

Lucíana

Giros del Destinó © ® (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora