4. Papelito/Nota

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Ryou apenas era capaz de contener el temblor de su cuerpo, y estaba casi seguro de que su compañero en esa estrecha habitación también lo notaba.
No es que pudieran culparlo. Ryou realmente estaba forzando su fuerza de voluntad para evitar hacer algo ¡y vaya si tenía cosas en mente! Quería darse la vuelta y mirar a los ojos a la persona que tenía de espadas, quería abrazarlo, quería tomar sus manos y acurrucarse en su pecho, quería... tantas cosas.

Quería besarlo, si era honesto consigo mismo.

La respiración agitada de la otra persona se acercó lentamente a su cuello, a propósito o no, consiguió que la piel pálida de Ryou se erizara y se sonrosara, consecuencia de la sangre que subió para acumularse en su rostro.

Un suspiro se escapó de los labios de Ryou, sin que este pudiera evitarlo. La persona detrás de él sonrió ante el sonido.

La frente ajena se posó sobre su hombro, después de unos segundos y Ryou luchó con todas sus fuerzas para respetar la petición del otro y mantener la vista en la pared frente a él.

—Ryou~ —susurró suavemente y, por los dioses, Ryou realmente quería recordar dónde había escuchado esa voz antes.

¿Cómo diablos había acabado 'encerrado' en el armario del conserje con un aparente admirador secreto?

Bueno... esa era una historia interesante.

-

Todo había comenzado unas pocas semanas atrás. Con un evento de la escuela, organizado por salones. Trataban de fomentar el trabajo en equipo, el compañerismo y basura como esa entre los diferentes salones del mismo año.

En el caso de Ryou, había otros dos salones de su mismo año.

El joven albino realmente estaba esperando pasar desapercibido en lo que durara el mentado evento, tal como era su vida escolar desde que se había transferido.
Ryou era todo lo contrario a la definición de 'chico popular'. Su apariencia inusual le traía más desgracias que alegrías, en su mayoría con los chicos de su salón.

En su condición de extranjero, y de albino de los pies a la cabeza, había llamado mucho la atención desde el segundo en que puso un pie en la escuela. Las chicas murmuraban sobre él y eso llevó a que los chicos se irritaran y los rumores nacieran y se esparcieran tan rápido como una llama en un charco de gasolina.

Siempre estaba escuchando 'murmullos' muy poco sutiles sobre su persona. Que si vanidoso, que si pretencioso, que si arrogante, que si rarito, que si afeminado y otras cosas que ni siquiera se molestaba en recordar ya.

Fue una sorpresa, y a la vez no, cuando recibió una nota anónima durante el susodicho evento. El cual consistía en hacer llegar un mensaje anónimo a un compañero con el que poco o nunca se hubiera interactuado antes. Por supuesto, se suponía que fueran mensajes agradables y positivos, para fomentar mejores relaciones entre compañeros de escuela, pero Ryou se estaba preparando para nada más que críticas e insultos.

La gran sorpresa fue encontrar una nota corta, en inglés nada menos, con una caligrafía agradable de ver, y sin insultos, humillaciones ni amenazas en ella.

La nota decía: jamás me he atrevido a hablarte, aunque te veo frecuentemente desde que llegaste a la escuela. Pienso que eres realmente lindo, y quiero conocerte mejor Ryou... pero no me atrevo a hablarte.

La sorpresa duró menos de un minuto. Con su historial, no podían culpar a Ryou por pensar que era algún tipo de broma y que si lo creía luego le estallaría en la cara, con sus compañeros de clase reclamando que nadie en su sano juicio podría verlo como nada menos que un fenómeno.
Ryou escaneó el amplio salón con sus ojos esmeralda, tratando de distinguir si había alguien que estuviera pendiente a que él leyera la nota, pero nadie en particular llamó su atención.

14 Flechas de San Valentín 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora