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Salimos de la preparatoria y nos dirigimos a nuestro vecindario, yo entre a mi casa a por mis cosas. Toque el timbre y Tendou me abrió la puerta. Llevaba un chándal y una camiseta larga que le llegaba poco mas arriba de la rodilla, se había duchado antes de que yo llegara por lo que también tenía el pelo mojado así que no llevaba para arriba como siempre, sino que le colgaba por su rostro. Entre y fui directa a su cuarto a dejar mi bolsa y la funda de la guitarra, pero cuando iba a salir Tendo cerró la puerta del cuarto y se acercó a mí.

- Zumi, ¿me puedes explicar que paso esta mañana con Eita? -Ya me esperaba esa pregunta sin embargo no pude evitar ponerme triste al recordarlo. - por favor.

- N-no lo se si-simplemente me dejo claros s-sus sentimientos hacia mi pe-pero yo no puedo aceptarlos, el no me gusta-dije tartamudeando por las lagrimas y estallando en llantos de nuevo casi más sonoros que los de la preparatoria.

- Shhh ya está ya paso no te preocupes de seguro Eita entenderá si se lo explicas- me dijo abrazando me- ahora ya vamos a dejarnos de cosas tristes y vamos a hacer el tonto ¿vale?. Dijo despeinando me el pelo, le regale una sonrisa y me dirigí a la guitarra la desenfunde y la coloque en mi regazo.

- ¿Qué quieres que toque? – dije animada mente

- Mooo zumi-chan yo quiero probar a tocar la guitarra. Dijo haciendo un puchero.

-No, me niego a que me rompas otra guitarra, suficiente tuve con la anterior.

- Pero no pasara más, lo prometo. Dijo abalanzando se ha por la guitarra.

Estuvimos jugando y haciendo el tonto toda la tarde sin importar que llegara la noche, en ese momento lo estábamos pasando genial, era nuestro momento y nos encantaba disfrutarlo al máximo. Hasta que ocurrió lo mismo de siempre. Mi móvil empezó a sonar en la pantalla se veía el nombre de mi madre como siempre esa misma llamada y siempre en el mismo momento justo cuando mejor me lo estaba pasando.

- Sí?. Dije a través del aparato.

- Zumieda donde estas?, tienes que estar ya en casa. Esa voz no era de mi madre obviamente.

- Rinko, no voy a pasar por esa casa asta que me dé la gana. Rinko Nitzuba era la secretaria de mi madre la cual se encargaba de que yo hiciera todo lo que debía, pero al estilo de mi madre, es decir nada de dormir en casas ajenas ya que no son del estatus de la familia, tener al día absolutamente todas las materias por muy fáciles o inservibles que sean, y lo que mas odio, cumplir todo lo que diga mi madre. Por ejemplo, ser físicamente lo mejor dentro de los estándares de belleza, mi carrera la elegirá ella y todas las decisiones importantes que tome en mi vida ella debe de estar completamente de acuerdo. A todo esto, mi padre es el dueño de la mayor empresa tecnológica de todo Japón y mi madre es la dueña de una empresa de cosméticos, la cual también es bastante importante en el país.

- Rinko, estoy en la casa de Tendou, estoy al lado de casa ¿me permites dormir hoy aquí por favor?

- Zumieda no puedo ya lo sabes son las normas, sino tampoco puedo asegurarme de que comes bien.

- Desde cuando te importa a ti eso, yo pensaba que mientras no comiera comida basura no debías de entrometerte en mi dieta.

- No comer comida basura es una cosa y no comer. Le colgué no quería escucharla mas y la envíe un mensaje diciendo la q mañana a las 8 estaría en casa.

- Quien era?

- Rinko como siempre.

- ¿Te tienes que ir?

- No, o no de momento. Mi expresión se entristeció notablemente y la rabia y la tristeza me volvieron a consumir como cada día, y todos aquellos recuerdos y momentos q no quería recordar volvieron a mi cabeza. Hasta que el sonido del timbre de la casa me saco de mis pensamientos. Baje rápidamente con Tendo a la entrada y al abrir la puerta pude ver a la única persona aparte de Tendo q quería ver en este preciso instante, mi hermano Yudai.

- ¡Yudai!. Y como si nada me abalancé a abrazarlo y comencé a llorar. Yudai para mí era como mi ángel de la guarda todo lo q pasara mal en mi vida podía contárselo a Yudai sin ningún problema. Sin ninguna duda Yudai era indispensable en mi vida.

-Zumi tenemos que ir a casa no le causes mas problemas a la probre Rinko que ya tiene suficientes con aguantar a mama.

- Ez dut alde egin nahi, mesedez, utzi gaur bakarrik geratzen (No quiero ir por favor déjame estar solo hoy) – le dije en euskera (Idioma de la zona de Euskal Herria) para que Tendou no entendiera.

- Beno, gera zaitezke, baina idatzi zerbait gertatzen denean, eta deitu gero, gertatu dena kontatzeko (Bueno quédate pero mensajéame si pasa algo y Llámame luego para contarme que ha pasado) - me dijo y acto seguido se marcho.

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hola lectoress

 segundo capitulo de este fanfic ¿que os esta pareciendo? espero que os este gustando  y que lo esteis disfrutando :)

Un sueño (Tendou Satori y tú )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora