Puedo jurar que en estos momentos parezco una total acosadora, pero, ¿qué más da? No creo que se fije en alguien que lo ve desde su ventana. Claro que no. Pero me es inevitable no verlo, ¿por qué existe gente tan bella? A veces pienso que debería de ser ilegal, pero hay que darles puntos extras porque bendicen nuestros simples ojos de mortales con su belleza.
Durante todo el tiempo nunca me había tocado tener un vecino guapo. Nunca. Pero justo en el momento en el que me quiero alejar de todo lo que tenga que ver con romance y sentimientos, llega él.
Gran jugada Universo.
Mejor dejo de pensar que el Universo me odia y mejor me pierdo en como se le pega la camisa a los brazos cada vez que levanta algo. ¡Dios! Esto si que es demasiado para mis ojos de simple mortal. Mi conciencia me dice que me aleje de la ventana, pero mi calentura me dice que no está de más ver un poco más. Si, mejor hagamole caso a la calentura y seguimos gozando del espectáculo.
¿Ustedes se leyeron el libro de A través de mi ventana? Bueno... Pues en estos momentos no me importaría ser su Raquel y que él fuera mi Ares. Pero mejor marcamos énfasis en la escena del club en el salón de las velas. Si. Ese me gusta mucho.
Dios, Kate, no sabes nada de él. Piensa en la biblia.
Pero por qué pensar en la biblia si tengo a semejante Dios ante mis ojos.
No te dejes consumir por la calentura.
Muy tarde conciencia. Ya lo hice, y no me molesta para nada.
Estoy tan perdida en la rara conversación con mi conciencia sobre la biblia y la calentura que cuando me volteo para deleitar mi vista otra vez, hay unos bellos ojos oscuros observando hacia mi ventana con claro signo de confusión. Mierda. Esto confirma que naaaada de lo que hago sale bien.
¿Qué ya nadie puede espiar a su vecino guapo sin que lo descubran?
Intento esconderme tirandome bajo en el marco de la ventana como para intentar convencerme de que no me vió, pero es más que obvio que notó que se mudó al lado de una acosadora que lo espía mientras se muda.
¡Hey! Raquel Mendoza me ha enseñado cosas sobre el bello arte de acosar.
Ni siquiera me molesto en ver si sigue ahí parado, porque está más que claro que siento una inmensa vergüenza por eso. Si hubiera sido otra me hubiera tomado el tiempo para conquistarlo desde mi ventana con miradas de gata en celo para ver si cae, pero, ¡Hey! Hablan de Kate Berry. Ella no sabría cómo hacer esas miradas de gata en celo, tal vez saldría más una mirada de gata pariendo, pero nada costaba intentar.
Mi intento vago de despejar mi mente no funciona por el simple y sencillo hecho de que el chico que aseguro va a ser el amor de mi vida me ha visto espiandolo mientras llevaba las cajas de la mudanza.
Excelente. Ni para disimular mi acoso sirvo.
Me empiezo a arrastrar hasta la puerta de mi cuarto para salir sin que se vea mi silueta, si es que mi vecino sigue abajo. En fin, más vale prevenir que lamentar.
Logro salir de mi habitación con éxito, bajo las escaleras para poder ir a la cocina por un vaso de agua ya que ese espionaje me dejó con una sed tremenda.
Lo más probable es que haya sido semejante calentada que te diste viendo a tu vecino.
Gracias por no dejarme olvidar el fiasco, conciencia. Se te agradece mucho.
Me asomo al piso de abajo de donde provienen unas suaves risas y la única risa que reconozco es la de mi madre. Mi ceño se frunce ya que no recordaba haber escuchado a mamá hablar sobre invitados en estos días.
Por cada escalon que bajo puedo escuchar más fuertes las risas y a mi madre hablando con alguien. Llego al final de las escaleras y encuentro a mi madre sentada con una guapa señora de cabello cobrizo y unos ojos azules verdosos que me ven con curiosidad.
Mi madre se levanta del sofá y camina hasta mí para envolverme en una ligero abrazo que solo incluye una suave caricia en los hombros, me da esa típica sonrisa de «Comportate y pon tu más linda sonrisa» y justo es eso lo que hago cuando la señora se acerca a mí.
—Wow, Merlina, no exagerabas cuando decías que tu hija era hermosa —Me alaga. Yo solo puedo asentir y hacer mi sonrisa más amplia cuando recibo un pellizco de mamá.
—Gracias... —Murmuro.
—Gracias, Carla. Pero claro, no se puede negar que tuvo unos muy buenos genes —Ambas empiezan a reir mostrando sus dentaduras blancas. Mientras yo solo me siento incómoda y fuera de lugar porque no entiendo que pasa aquí.
Escucho unos pasos a la lejanía y eso me saca un poco de lugar porque mis hermanas se encuentran en la universidad desde hace un mes. Volteo discretamente a todos lados para poder ubicar de donde vienen, pero la voz de la señora Carla me distrae.
—Cielo, que bueno que ya llegaste. Ella es Kate. Kate, él es Matthew —Volteo a ver al lugar donde la uña carmesí de Carla señala y me sangre se hiela.
No. No. No. Esto debe de ser una maldita broma.
—Así que tú eres la famosa Kate... —Ronronea, me extiende la mano y me es imposible hacer lo mismo por el shock.
—Kate —Susurra mi madre a mi lado.
Eso parece un golpe de realidad y mi brazo se extiende tal cual como el de un robot. Matthew me regala una sonrisa coqueta que hace aparecer unos atractivos hoyuelos.
¡Dios, que bello!
Mi corazón palpita como si se me fuera a salir del pecho, siento mi rostro tan caliente que siento que voy a explotar en cualquier momento por la vergüenza que tengo en estos momentos viendole la cara al chico que acosaba hace nada.
Luego de unos minutos la conversación entre nuestras madres se torna muy fluida que se nota a leguas que no va a acabar pronto. Ocasionalmente volteo a ver a Matthew, pero el no parece darse cuenta, hasta que nuestras miradas se cruzan y me regala otra vez esa sonrisa coqueta con hoyuelos incluidos junto con guiño de su bello ojo oscuro.
Ya. Eso basta para que yo colapse por completo y caiga ante las redes de este bello demonio con cara de Ángel.
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¡Weeeenas! ¿Cómo andan? ¿Todo bien?
Bueno, aquí les traigo el primer cap de TBWTBE. Solo diré lo que siempre se ve en la películas de terror: "Basado en hechos reales"
Con eso me despiedo, se me cuidan y se me van por la sombrita porque no quiero que bombones como ustedes se derritan. ¡Besos!
Instagram: gabybrito2005
Twitter: Gabriela_brrito
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The boy with the black eyes
Teen FictionEsos estúpidos ojos negros. Esos bellos ojos negros que no puedo dejar de ver, es como si te perdieras en ellos y nada más existiera. Te absorben por completo. ¡Maldición! Estúpido vecino guapo, ¿por qué tenía que existir? O al menos por qué se tení...