1946
Harry se bajó del tren y se metió directamente en el charco más grande del mundo.
Era ancho y sorprendentemente profundo; agua sucia, manchada de aceite, que brillaba débilmente con el reflejo de un cielo gris. Repugnante. Siseó mientras subía por sus pantalones y se juntaba en su zapato izquierdo, y de nuevo cuando un trueno cacareaba por encima de su cabeza, se burlaba de su desgracia.
Encantador. Qué comienzo tan auspicioso.
Cualquier otro día, se habría reído por su suerte, pero no había humor en la tensa línea de su boca. Sacudió el pie y se apartó del camino, refugiándose en las paredes de piedra de la oficina de la estación y mirando alrededor de la plataforma salpicada de lluvia con un nudo en la garganta y un escalofrío arrastrándose por su cuello.
Los pasajeros seguían saliendo del tren. Abrían paraguas, oscureciendo sus rostros mientras chocaban contra los adoquines de piedra. Cerca de allí, la señal se había reducido a una racha empapada y vagamente familiar de palabras sobre madera astillada. La familiaridad envió fantasmas revoloteando en la mente de Harry: piernas cortas y maletas de viaje y una plataforma iluminada con lámparas por la noche. Era demasiado para manejar, la forma en la que la nostalgia se extendía con dedos espectrales y lo arrastraba hacia abajo.
Por un momento, se dejo ahogar.
Luego, deslizó una mano en su bolsillo y extrajo el papel que había sido un accesorio semipermanente allí durante seis años. Era suave y flexible entre sus dedos, gastado en el centro por estar doblado en cuatro. Harry lo apretó contra su puño y cerró los ojos.
Cuando los abrió, el mundo aún se movía. La lluvia se filtraba por su abrigo. La plataforma se estaba vaciando y estaba en peligro de quedarse allí solo sin un plan de acción.
Respira, por el amor de Dios.
Aspiró una bocanada de aire irregular. Estaba impregnado de olor a lluvia y máquinas de vapor, todo tierra, agua y carbón. Cuadrando los hombros, lo filtró de nuevo por la nariz, y luego se dirigió a cruzar la plataforma y llamar la atención de un extraño que pasaba. "Disculpe. Lo siento, ¿sabe dónde podría encontrar un taxi?"
El hombre se volvió, entrecerrando los ojos bajo un paraguas oscuro. "No encontrará un taxi por aquí, muchacho. ¿A dónde va?"
"A la granja Tomlinson, justo en las afueras de..."
“Conozco el lugar, sí. De hecho, soy el dueño de la tienda de bicicletas justo al final de su calle.”
Había una chispa en las venas de Harry. Echó un vistazo más de cerca a los ojos hundidos del extraño y la línea suave de su boca y... por el amor de Dios, era él. “Señor Payne", dijo, y fue más una expresión de asombro estupefacto que cualquier otra cosa.
El hombre se sobresaltó. "Perdóname, ¿te conozco?"
Por un segundo, se colgaron en una nebulosa burbuja del pasado, mirándose el uno al otro con miradas idénticas.
"Harry Styles", dijo finalmente, ofreciendo una mano. “Conocía a su hijo."
"Ah, compañero de Liam, ¿verdad?" El rostro del señor Payne se relajó y tembló con firmeza. "Bueno, ahí esta. Buen chico. ¿De la infantería?”
La infantería. Detuvo a Harry en seco por un momento, la realidad de la guerra se enredó en la infancia que dejó atrás. Entonces Liam se había alistado. Harry se preguntó si...
No, no debe dejarse atrapar por eso. (Lo hizo de todos modos. Fue horriblemente inquietante.)
"No el ejército, no", dijo, sacudiendo la cabeza. “Em, fui un evacuado, hace años. Fuimos a la escuela juntos."
"El niño huérfano.” El Sr. Payne chasqueó los dedos. "El pequeño compañero de Louis. Te recuerdo.”
El pequeño compañero de Louis. Cada palabra era una puñalada en el pecho de Harry. La sangre que brotaba estaba llena de euforia y miedo.
"Haciéndole una visita a Jane, ¿verdad" El señor Payne continuó amablemente.
Bastante cerca, pensó Harry mientras lograba asentir con la cabeza.
"¡Bien, entonces! Ya tienes todo resuelto. Mi auto está a la vuelta de la esquina. Debe ser el destino, ¿eh?"
Harry estaba volviéndose loco. Su piel picaba, se sentía ansioso, y una gran parte de él quería volver al tren e irse antes de que esto se volviera más real.
El señor Payne confundió su vacilación con buenos modales. “Morirás de frío yendo a pie, muchacho. Voy en esa dirección de cualquier manera.”
"Oh," finalmente logró decir, porque, bueno, tenía que decir algo. "¿No te molestaría? Sería brillante. Gracias."
En el asiento del pasajero de la camioneta del Sr. Payne, Harry se apartó el pelo empapado de la frente y volvió a guardar el papel húmedo en su bolsillo. Sus dedos recorrieron las arrugas y las gotas de tinta, pero por primera vez en su vida, no le brindo ni una pizca de consuelo. Su pecho era como un globo de nervios, y estaba peligrosamente cerca de explotar.
El auto se estremeció al arrancar.--
hola!!! hace muchísimo que quiero traducir esta fic hermosa y nunca encontraba el tiempo. son 11 capitulos en total y voy a tratar de subir uno o dos por día. quiero avisar que le cambie los nombres a algunos personajes por una cuestión de respeto y agradeceria que no comentaran de eso xq ~me incomoda~
en fin
espero que la disfruten tanto como yo y si quieren les invito a leer también mi otra traducción "come as you are" que es de las mejores fics del mundo.
besos!!!
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butterfly gun ↠ l.s
FanfictionHarry nunca fue un gran luchador, pero, como siempre, cuando se trata de Louis Tomlinson, muchas cosas dejan de ser ciertas. AU de 1940. Aún despues de seis años separados, no pueden olvidar su infancia compartida en tiempos de guerra. -- Traducción.