Mi Chica Gigante l Cuphead l ✓

Capitulo 03: Fuegos Artificiales

[Reescrito]

Una gran fiesta se armaba en la segunda división de Inkwell, todo era porque el famoso parque Carnival Kerfuffle había reabierto sus puertas a todo público (Le realizaron remodelaciones después de la batalla contra Beppi que dejó muchas áreas dañadas).

Nuestros queridos hermanos tazas no iban a faltar, llevándose con ellos a su hermana menor. Los tres se quedaban viendo embobados las increíbles atracciones nueva que habían en el parque; Cuphead quería subir a la Montaña Rusa pero Mugman prefería ir a los Autos Chocones y Chalice quería ir al zoológico.

─ ¡Cuphead! Me alegra mucho de encontrarte. ─ Habló Bombón llegando detrás de ellos y así darle un pequeño beso a Cup en una mejilla ─ ¡Y hola a ti también Mugman! Y tú debes ser Chalice, ¿No? ─

La mirada de la baronesa hizo que Chalice se sintiera un poco intimidada, por lo que en vez de saludarla también, se escondió detrás de Mugman.

─ ¿Dije algo malo? ─ Preguntó Bombón observando el extraño comportamiento de la niña.

─ No te preocupes, es algo tímida. ─ Responde Cuphead ─ Sólo dale tiempo para que te agarre confianza. ─

─ Si tú lo dices... ─ Decidió creerle, por un momento pensó que había hecho algo mal para que la niña se escondiera de ella ─ ¿Quieres venir conmigo a pasear un rato, Cup? ─

─ ¡Claro! Hermano, ¿Puedes cuidar a Chalice? Estaré con mi precioso terrón de azúcar. ─ Diría Cuphead refiriéndose a su novia, que se sonrojó por el halago.

─ Está bien, yo me encargo. ─

Así Cuphead pudo irse con Bombón a alguna parte del parque. Por otro lado, Mugman solo observaba cómo se alejaban hasta que ya no pudo distinguirlos entre la multitud. Suspiró afligido. Se suponía que solo los tres iban a disfrutar del parque. Esto no debería afectarle para nada. Siempre pasaba lo mismo, ¿Por qué seguía doliendo tanto? No pudo seguir pensando en eso, pues la pequeña cáliz estaba jalando de su mano, llamando su atención.

─ ¿Qué sucede? ─ Le preguntó mirándola.

─ ¿Puedes comprarme uno de esos? ─ Ella señaló a un quiosco donde colgaban varios peluches de felpa.

─ De acuerdo, ¿Cuál quieres? ─ Mugman miró todos los peluches que habían, todos lucian muy adorables.

─ Ese de ahí. ─ Chalice apuntó con el dedo a un peluche de gorila rosado.

─ De acuerdo, tu hermano mayor te lo conseguirá. ─ Mugman se acercó al quiosco de peluches ─ Disculpe señor, ¿Cuánto está ese muñeco de gorila rosado? ─

No se esperaba que el que atendía el puesto fuera más ni menos que: Beppi el payaso

─ ¡Hola Mugman! ¿Qué tal? ─ Beppi continuó hablando sin que Mug le respondiera ─ Bueno, si quieres ese peluche deberás derribar esa pila de botellas de ahí. ─ Señaló la pila de tres botellas atrás de él ─ Solo tienes tres intentos. ─

─ Se ve fácil, ¡Lo haré! ─ Mugman pagó para poder jugar, Beppi le entregó tres pelotas para iniciar con el minijuego.

Mugman lanzó la primera pelota pero fue demasiado alto el tiro, al segundo intento también falló y como dicen que la tercera es la vencida, pudo derribar toda la pila de botellas del pedestal en donde estaban colocadas.