Futuro: 14 Años Después...

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[Reescrito]

«Todos conocemos la historia de los dos hermanos que derrotaron al Diablo, salvando muchas vidas de arder en el infierno, ganándose así el aprecio y admiración de la gente por su gran valor.

Y otros solo ganaron desprecio y burlas, después de todo, en donde haya luz, habrá oscuridad.

Sin embargo, nada es eterno, el tiempo convierte el presente en recuerdos que poco a poco se alejan para dar paso a nuevas realidades y oportunidades»

14 años después...

Cala Maria arreglaba la hermosa caballería blanca de su adorada hija que le llegaba hasta los hombros, la niña estaba quieta esperando a que terminara.

Listo, Laguna. ─ Dejó el peine en una mesita al lado de ella ─ Estás muy hermosa. ─

─ Ay, mamá. ─ Laguna negó con la cabeza ─ Yo siempre estoy hermosa. ─

Cala soltó una pequeña risa viendo como su hija hacia una graciosa pose de diva.

─ Tienes razón. ─ Se corrigió, Laguna sonrió porque aceptó que se equivocó.

Entonces, Mugman apareció en la sala solo para ver qué estaban haciendo su hermosa reina y revoltosa princesita.

─ Hola, cariño. ─ Cala lo recibió con pequeño beso en los labios que él aceptó con gusto.

Laguna hizo una expresión de asco al ver aquella muestra de afecto, de un gabinete sacó una llamativa una diadema, se la colocó con cuidado apartando algunos cabellos de su cara.

─ ¿Puedo salir? ─ Les preguntó a sus padres viendo por la ventana los árboles verdes de la One Island.

─ La comida pronto estará lista, no quiero que te alejes mucho de la casa. ─ Diría Mugman inseguro.

Sabía que Laguna era una niña bastante curiosa y eso provocaba problemas con los demás vecinos, ella puso una cara de decepción.

─ Puedes salir después de comer. ─ Menciona Cala viendo como la pequeña se emocionaba.

Mugman estuvo de acuerdo con su esposa, era mejor que saliera con el estómago lleno a que le diera hambre en el camino.

Mientras que sus padres terminaban de preparar el almuerzo, ella se dirigió a una habitación de la casa, en donde su abuelo estaba en sentado en la mesedora escuchando música en la radio.

─ Abuelo, la comida pronto va estar lista. ─ Le avisó asomando la cabeza por la puerta.

─ ¿Que Mariano pronto va a llegar? ─ El abuelo Elder no tenía una buena audición que digamos.

Laguna lo miró confundida.

─ ¡Que pronto vamos a comer! ─ Le gritó está vez, sobresaltándolo un poco.

─ Pero no grites, ni que estuviera sordo. ─ Se tranquilizó, ese grito hizo que se le pusieran los nervios de punta.

─ Lo siento, abuelo. ─ Se disculpó para luego regresar su cabeza afuera de la habitación y dejó la puerta medio abierta.

Laguna caminó hasta la cocina, siguiendo el delicioso aroma, le dió mucha gracia al ver a su padre con un delantal azul puesto.

─ ¿Ya le avisaste? ─ Le preguntó su madre colocando cuatro platos en la mesa.

Mi Chica Gigante l Cuphead l ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora