KDA, Evelynn - Las Delicias de la Oscuridad [Red Label]

Grita para mi: 3

-¡Akali! ¿Dónde está mi chocolate? -inquirió Kai'sa -No lo sé -respondió Akali mientras se colocaba la golosina entera en la boca -¡Se lo comió! -agregó Seraphine -Seraphine porque me traicionas -¡Aaa.Kaaa.Li...!-grito Kai'sa al mismo tiempo que se lanzaba al ataque.

Seraphine comenzó a reír mientras observaba a Kai'sa torturar a Akali con cosquillas. Entonces recibió una llamada.

-Hola, habla Seraphine.

-Señorita Seraphine le saludo Risuke del Hospital Estatal de Tokio

-Hola Risuke

-Señorita Seraphine, realmente llamó para pedirle una disculpa. Se que usted se presentó al hospital hace algún tiempo y nos aseguró que su amigo se recuperaría pronto. Hoy tengo el agrado de informarle que ayer comenzó a manifestar actividad cerebral, si esto continúa puede ser que él despierte.

-¡Me alegra escuchar eso Risuke! Por favor mantenme al tanto de todo.

-Claro que sí señorita Seraphine. Adiós.

Kai'sa había dejado a Akali completamente agotada en el suelo. Seguramente no volvería a tomar los postres de Kai'sa otra vez o al menos no en mucho tiempo. -¿Quién era? -pregunto Kai'sa -Oh se trataba de un amigo. Hace algún tiempo enfermo pero parece que se está recuperando -respondió Seraphine. -Oh qué alegre escucharlo -respondió Kai'sa.

-¡Kai'sa! No me rendiré, seguiré robando tus golosinas -dijo Akali que parecía agonizar en el suelo. Pero estas palabras fueron suficientes para que Kai'sa regresará al ataque. Seraphine se unió a la batalla y siguió con el ataque de cosquillas.

***

-¡Jefe, jefe, jefe! - clamaba la multitud, la cual estaba compuesta de la peor escoria. Ladrones, asesinos y lo peor de Londres. -¡AAAh! -dijo Draven que colocó el tarro de cerveza vacío sobre la mesa. El hombre con el que competía estalló en llanto -¡Siiii, Siiii! Apártenlo de mi vista. Estúpido banquero -dijo Draven, sus secuaces tomaron al hombre y lo llevaron de inmediato. Todos aclamaban el nombre de Draven, era el amo del lugar.

Pero entonces los gritos se apagaron; Draven volteo su mirada de inmediato, escucho esos pasos y con la mirada siguió a su visita que pronto estuvo frente a él en la mesa del bar.

-Pero vean que tenemos aquí. Una Diva -dijo Draven acercando su rostro hasta el de Evelynn. -Hola Draven -Hola. Evelynn. No me digas que tú también requieres de mis servicios. -Lo diré una sola vez. Zino Berkman ¿Por que? -demandó Evelynn, su voz era tenebrosa. Aún una belleza como ella podía hacer que el terror dominará el lugar.

-JA. Crees que solo porque me lo pides tengo obligación de revelarte lo que se. Te recuerdo que soy un profesional y jamás revelaría la identidad de mis clientes -dijo Draven pero la mirada de Evelynn comenzaba a tener efecto en él. -No me asustes -A no. Sabes ya no estamos en un Runaterra -dijo Evelynn que se esfumó frente a él y apareció justo detrás ; entonces extendió sus colas: con una envolvió el torso de Draven y con la otra lo tomó por el cuello. Draven no podía moverse y no tenía salida.

-Yo-yo soy el hermano de Darius no puedes hacer esto -Siempre viviendo bajo la sombra de tu hermano. Habla- gritó Evelynn. Los secuaces de Draven comenzaron a asustarse cuando la belleza que tenían frente a ellos cambió repentinamente algo más: terrorífico.

Draven soltó cada palabra y reveló el nombre de la persona que lo había contratado para golpear a Zino. Era todo lo que Evelynn necesitaba y tras obtenerlo se esfumó del lugar.

-¡Maldita bruja! -finalizó Draven.

****

Un tiempo de cocina juntos y luego otro comiendo un delicioso almuerzo: era algo a lo que Zino quizás podría acostumbrarse. -Tenías razón Mikami eres muy buena cocinando. -Que bueno que te gusto -Me encanto. Comer sopas a diario no es lo mejor -No se como puedes vivir así Zino, eres un desastre quizá necesitas... -Quizá necesito a alguien a mi lado -interrumpió Zino regalando una sonrisa para Mikami.

Las mejillas de Mikami se enrojecieron, ella no lo podía creer. Se sentía atraída por Zino. -Muy bien supongo que debo lavar los platos -dijo Zino levantándose de la mesa. Mikami no le quito la mirada de encima y ella también comenzó a imaginar una vida diferente, una en la que Zino estaría incluido. Todo había sucedido tan de repente, de un día para otro su mundo había dado vueltas: pero al parecer era lo que ella necesitaba.

Mikami siguió a Zino hasta el lavaplatos, se colocó justo a lado de él y lo tomó por las manos. No importaba si estaban llenas de jabón. -Zino, yo quiero decirte que me encantaría... -. Pero Mikami fue interrumpida por el móvil de Zino. Este lo cogió de inmediato, y quizá la historia sería diferente de no haberlo hecho.

Sacó el móvil y entonces el alma de Zino escapó de su cuerpo al ver su nombre: Evelynn. Contesto de inmediato.

-Evelynn eres tu -dijo Zino en desesperación. Mikami se alejó pero se mantuvo lo suficientemente cerca para escuchar la conversación.

-Zino, cariño ¿Estás bien? -Claro me encuentro perfecto -No me mientas bebé, se lo que pasó ayer por la noche. Esos tipos te golpearon muy fuerte -Yo-yo ¿Pero como que sabes sobre eso? -Las cámaras bebé. Pero no te preocupes ya me hice cargo de ese sujeto -¿Qué has hecho? -Llame a la policía bebé y les di la evidencia. Me siento tan mal, ese loco es un viejo amor. Solo buscaba desquitarse con alguien y ese has sido tú -dijo Evelynn.

Ahora todo tenía sentido para Zino, había sido atacado por un hombre consumido por los celos. De alguna manera comenzó a entender al sujeto. él en su posición habría hecho lo mismo.

-Bebé, quiero verte. Desde que supe lo que te sucedió no dejo de pensar en ti. Quiero estar contigo cariño, quiero que me hagas tuya -dijo Evelynn, su voz estaba compuesta de lujuria y perversión algo que atrapó por completo a Zino. -Yo también quiero lo mismo Diva hermosa, iré enseguida -dijo Zino al mismo tiempo que terminó la llamada. Volteo su mirada y frente a él estaba Mikami que no podía creer lo que había escuchado.

-Lo lamento Mikami. Se que tuvimos una tarde hermosa, pero yo le pertenezco a ella -Pero Zino... -Lo lamento, tengo que irme -dijo Zino al mismo tiempo que cogía una chaqueta y salió del departamento. Mikami se quedó ahí sola; no era competencia para una Diva.