.

7 0 0
                                    

El silencio abrumador de esas cuatro paredes despertaba la desesperación en la existente vida. Ni grillos, gritos o otro ruido que indicara que no estaba solo era nulo.

Era otra noche que no conciliaba el sueño y en los que su respiración era un martirio. El ambiente era frío y oscuro, torpemente quería calentarse o buscar en el techo un punto fijo a ver, no lo logró.

Fred sucumbía al insomnio, y no sabía cuando había empezado. No se sentía tranquilo aunque gustaba de la soledad -en ocasiones, claro- pero en ese entonces había algo que lo inquietaba. Bien pudo ser que llovía, lo normal para esa temporada invernal... Entonces... ¿Por qué se sentía peor?







Antes de llover, las nubes se juntan por acción de viento, una y otra, y otra. Cada una con una carga de agua, formando una nube más grande que se torna oscura y tormentosa. Dicha nube no puede cargar con todo ese peso y sin saber como contenerse termina por soltar gotas y gotas de gélida agua, cayéndo hasta estar ligero... No importando cuánto durara, a que persona sin paraguas lo tomara desprevenido o en que estación fuese...

Pero no.

Fred se negaba -al menos esa noche- a llorar.

 • ℱ ℛ ℰ ⅅ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora