“Tomé sus manos delicadamente. Le miré con una sonrisa en mis labios, ella no dejaba de mirarme con sus inocentes ambarinos. Y la música resonaba tan fuerte que nuestros corazones latían al compás de la música.
La apegué a mi cuerpo y le sonreí mientras colocaba una de mis manos sobre su cintura, me miraste sorprendida y luego sonreíste apoyando tu mejilla contra mi hombro; respiré hondamente tu agradable aroma. El ritmo cardiaco aumentó y no importaba cuanta gente quisiera que nos separásemos, a mí no me interesa nada más que estar por siempre contigo, amándote uno y mil años más. Y es que soy capaz de morir por ti, pero no puedo estar sin ti…”
“¿Qué haces Yoona?” Apoyaste tu cuerpo contra el mío, sonreí al sentir tu vientre abultado pegado contra mi espalda y tus manos cayendo delicadamente por mis hombros. Suspiré mientras levantaba mi rostro levemente y observaba los finos rasgos de tu rostro.
“Estaba escribiendo un poco.” Comenté con una sonrisa, amo verte feliz y tus ojos brillaban de una manera tan especial.
“Siempre estás escribiendo… deberías dedicarme más tiempo.” Reclamaste y en tu mentón se formó ese hoyuelo extraño que tanto me encanta. Cerré mi computador y me volteé a mirarte.
“¿Quieres que te dedique tiempo?” Pregunté sonriéndote, asentiste brevemente mientras mordías tu labio inferior, me puse de pie y tomé tu mano, llevándote hasta el sofá, dejé que te sentarás sobre mis piernas. “¿Recuerdas que son dos ahora? Pesas un poco más cariño.” Bromeé recibiendo un golpe de tu parte, te miré y sonreías intentando parecer enojada.
“Ahora que estoy gorda no me quieres ¿verdad?” Besé tu hombro con mis manos en tu vientre. “Si hubieras estado allí para mí… si no me hubiera equivocado tanto contigo… quizás esto no habría pasado.” Tu voz se quebró, sabía que querías llorar y recosté tu cabeza contra mi hombro mientras tomaba una de tus manos entre las mías. Suspiré largamente mientras miraba al vacío.
“Jessica… si ella no estuviera aquí, no importa que no tenga mi sangre, sin ella amor, no habría sido capaz de demostrarles a tus padres que te amo tanto como para aceptar a esa niña. La amo como si fuera mi hija.” Confesé acariciando tu vientre, sentí tus lágrimas caer contra mi piel. Eres mi chica emocional.
“Es que me equivoqué tanto con él… creí que era un buen chico, lo hice todo pensando que el gusto que sentía por ti podría olvidarlo con un hombre-” Sentí como mi corazón se apretaba al escuchar tus palabras. “… no sé porque volviste a mí Yoona.”
“Porque no dejé de amarte desde que te conocí. Siempre estuve un paso cerca de ti, pero temía que las cosas salieran mal, ¿lo recuerdas? Estuve allí para ti en todo momento.” Asentiste brevemente y te acomodaste entre mis brazos. Pude ver tus ojos ambarinos mirarme desnudando mi alma. Son profundos, y saben encontrar en lo más profundo de mí ser, la sinceridad que necesitaste desde siempre en alguien. “¿Lo recuerdas?
“¿Qué?” Sonreí bajando la vista a tu vientre.
“¿La primera vez que hablamos?” Pregunté sin dejar de mirarte y sonreíste asintiendo. “Sí, ese día fue realmente agradable. ¿Sabes? En un principio creí que eras un chica engreída.”
“¿Por qué iba a ser una engreída?” Se cruzó de brazos estirando sus labios, volví a reír suavemente besando una vez más uno de tus hombros.
“Te comportabas como una chica fría que parecía odiaba a todo el mundo.” Y mis dulces días de juventud eran evocados con la misma alegría que la vez que cruzamos miradas.
· 6 Años atrás ·
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A Thousand Years
FanfictionInspirado en la canción con el mismo titulo. Yoona, sabe como expresar sus sentimientos por la muchacha fría y temerosa, Jessica Jung.