Sólo un inútil Dios

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Como Emma prometió se presentó en el templo en la mañana , si es que a eso se le podía llamar mañana pues el sol aun no tocaba el alba y la niña madrugaba mas que los gallos.

Se arrodilló y rezo durante diez minutos pero el dios no salio a sus llamados , Emma no se molestó , se despidió con una reverencia y corrió de vuelta a su hogar para empezar con sus quiaceres .

Para este momento del día , no muy lejos del atardecer ni una sola ofrenda se había presentado y eso hacía complacer al pequeño dios , le hacía saber que tuvo razón y que la humana había terminado por romper su palabra , justo cuando el sol se ocultaba y él planeaba relajarse en su soledad sintió los resonante pasos de aquellas desgastadas botas caminando sobre las hojas .

Salió de su pequeño templo para observarla acercarse .

--Buenas noches señor Dios ~ --La muchacha traía entre sus manos una cesta tejida de mimbre y cubierta con una manta de lino .

--Supongo que has traído una ofrenda aun cuando te dije que no lo hicieras , niña tonta . 

--Pueeees. ... sip,  traje una ofrenda , si gusta llamarle así , pero tengo otro objetivo , quiero pedirle un favor .

--Ya te dije que no soy el tipo de Dios que cumple el deseo de aquellos que lo halabán.

--Porfavor no sea malo , es un favor pequeño , uno que puede cumplir .

--Lo dudo mucho .... pero Porfavor , prosigue .

La niña sonrió y se sentó en una roca plana cerca del manantial del templo . De su cesta dos platos en los que colocó dos ogazas de pan , luego mostró una jarra hecha de calabaza que podía sentirse calentita al tacto y con ella lleno dos cuencos , el contenido parecía sopa de verduras .

-- Quiciera que cene conmigo ... Porfavor .

 El dios se sintió realmente confundido pero la niña no espero respuesta antes de empezar a comer , parecía no haber tenido bocado en todo el dia pero intentaba no acabar tan rápido .

El albino suspiro .

Emma estaba tan concentrado en su plato de sopa que terminó por ignorar todo su alrededor , de repente sintió el ruido de las hojas y una suave brisa a su costado, cuando voltio , el dios estaba sentado a su lado ; no el dios de 13 centímetros , un dios que sobre pasaba su altura y rondaba el metro ochenta .

-- ¡¿Qué ?! --Gritó la peli naranja confundida tirando lejos  su cuenco que por suerte estaba ya bacio , pero el albino no osa a inmutarse .-- ¿S-señor Dios?

--Puedo ser el dios de media docena de cosas inútiles , pero sigo siendo uno , sería una reverenda ridiculez no permitirme cambiar de tamaño .--Empezó a degustar sin ver a la humana a los ojos cuyo momento de sorpresa duro 10 segundos antes de tomar su pieza de pan y seguir comiendo .