1. El primer encuentro.

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Las ruedas que me llevaban hacia allá, rodaban casi a la misma velocidad a la que latía mi corazón por los nervios.

Llegamos a la gran capital, el sonido de la gente nos abrumaba. Las calles rebosaban de olores, colores e incluso sabores que añoraba. Aquel batido me estaba sabiendo a gloria.

Mi móvil vibró durante dos segundos y el zumbido me distrajo de mis pensamientos. 

Mensaje de POLAR:  ¿Ya estás por aquí? ¿Te apetece tomarnos un algo?

Obviamente  quería. 

Me miré en un escaparate de aquella larga y famosa calle de Madrid y me peiné con las manos como buenamente pude. Justo me llegó la dirección de donde íbamos a vernos para ir a tomarnos ese algo.

Anduve hacia allá con paso apresurado, no quería hacerle esperar y mucho menos quería llegar corriendo y quedar mal. Llegué antes que tarde.

Cuando me cercioré de que estaba en el lugar exacto, me apoyé en el muro de enfrente y me miré por segunda vez en el móvil para ver que seguía peinado.

Mensaje de THEO: Ya estoy por aquí!

Tres segundos más tarde se abrieron las puertas de aquel portal y salió.

 Si me parecía grande en fotos, en persona lo era más. Me quedé mirando como embobado, hasta que me habló, vino en mi dirección y me saludó con un abrazo. Olía como a vainilla pero mucho mas suave. 

No podía creerme que estuviera ahí, que fuera real.

-Vamos por aquí, que hay una cafetería así escondidilla que está muy bien.

-Claro, genial, donde tu digas -  contesté sonriendo.

Era él el que sabía donde estaba todo en aquella ciudad. Allí yo no era mas que un simple turista.

Nos sentamos en una esquinita de aquella cafetería tan acogedora y nos pedimos algo de tomar. No podía dejar de observarle. Aparte de ir guapísimo, lo era. Sus manos grandes rodeando el vaso del que bebía, sus labios apoyados en el borde... No entendía que me estaba pasando.

Yo no era muy reticente a fijarme en estas cosas así, de primeras, pero había algo en él, que me hacía fijarme.

Teníamos un ratito pequeño, pero se me hizo eterno, en el buen sentido, hablamos de muchísimas cosas, pudimos vernos mas de cerca los pensamientos y creo que algo hizo clic en nuestra cabeza. El me hablaba de temas que yo conocía pero no controlaba, y yo le contaba mis vivencias, que le hacían entender más. 

En su momento no lo percibí, pero ahora veo que había una tensión cerebral, cultural y sexual que acaparaba todo el espacio libre de aquella cafetería.

Nos tuvimos que despedir, pero quedamos en volver a vernos. 

Iba a estar varios días por allí, y no quería dejar pasar la oportunidad de saber más de él.

Mensaje de POLAR: Me ha encantado verte, eres incluso más guapo en persona, y mira que eres precioso.

Mensaje de THEO: Lo mismo digo, me ha encantado ponerte cara en persona :)

Theo descubre el circulo Polar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora