Capitulo VIII

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Ana Luna miraba los materiales que había traído el Sr Arturo, estaba todo lo que necesitaba para arreglar las cercas nuevas, busco unos guantes y empezó a sacar los alambres viejos, trato de enrollar lo más que pudo colocándolos en un costado, para empezar a colocar el alambre nuevo, llevaba un tiempo trabajando hasta que escucho a los cerdos gritar, supuso que otra vez las cerdas peleaban quiso correr hacia los corrales olvidando los alambres y cayó sobre ellos, cuando trato de levantarse se dio cuenta que una pua del alambre atravesó la oreja de ella y el dolor era horrible, trato de incorporarse pero no pudo, se tomó  unos minutos para evaluar su situación estaba atrapada de la oreja y sus cabellos, ya faltaba poco para que venga Paula y lo mejor era esperar.
Pasó veinte minutos cuando escucho a Paula tararear la llamo un par de veces y ella llegó hasta donde estaba Ana Luna.
__Paula llama a Arturo y dile a Nelly que traiga una tijera__
__si ya vuelvo Ana Luna__

Estaban sentados en la mesa almorzando Juan Manuel pensaba en Ana Luna sentada en aquella roca mirando el atardecer su larga cabellera volando con el viento, desde hacía semanas el caminaba hasta los corrales y la miraba mientras ella permanecía sentada mirando caer la noche, unos gritos lo sacaron de sus pensamientos.
__Arturo corre a los corrales, Nelly lleva unas tijeras__dijo casi sin aire__Ana Luna tuvo un accidente__
Todos se levantaron y corrieron a los corrales, Juan Manuel la vio acostada en la paja, se acercó y vio que tenía sangre en los brazos y en el cuello.
__Sr Arturo un alambre de púas atravesó mi oreja__
El Sr Arturo reviso la oreja de la mujer, busco la manera menos dolorosa de sacar el alambre, Juan Manuel estaba parado no sabía cómo manejar esta situación, los ojos llorosos de Ana Luna le dolían todo era su culpa.
Después de unos quince minutos la oreja a Ana Luna estaba muy inflamada, ella dejo de sollozar quedándose inmóvil, el Sr Arturo  pudo sacar el alambre de púas y la sangre brotaba ella puso un trapo en la mano tapando la sangre.
__Nelly corta mi cabello__
__puedo desenredarlo mi niña no quiero cortar tu cabello__
__Nelly volverá a crecer__dijo llorando__
Juan Manuel adoraba el cabello de ella, cada vez que Nelly cortaba un pedazo de su cabello el veía como ella cerraba los ojos y las lágrimas caían por su mejilla, el tampoco sabía que hacer, cuando Nelly la libero ella se levanto paso la mano por su cabeza.
__ven vamos al hospital__pidio Juan Manuel.
__no Nelly me puede curar__
__vamos mi niña yo iré contigo__
Nelly subió con ella en la parte de atrás de la camioneta, mientras manejaba el la veía llorar y eso lo hacía sentir un desgraciado.
Mientras la revisaban Nelly salió a comprar algo de ropa para ella y el se quedó en el pasillo, camino para escuchar si ella se quejaba noto que la puerta estaba un poco abierta y la vio sentada en la camilla de espaldas a él no tenía nada puesto en la parte de arriba dos enfermeras la limpiaban con antisépticos los cortes que tenía en los brazos y la espalda, sintió una extraña sensación al verla vulnerable bajo su vista un poco más y noto que llevaba una diminuta braga en color blanco, se alejó al darse cuenta que una de las enfermeras lo vio.

Su cuerpo comenzaba a sentir los dolores cuando Juan Manuel estacionó su camioneta frente a la casa, ella en sus manos tenía una bolsa con los medicamentos que debía tomar, Nelly la ayudo a bajar con mucho cuidado, apenas lo hizo comenzó a caminar hacia los corrales.
__¿Donde vas?__la detuvo la voz ronca del hombre.
__a mi casa__
__te quedarás en la casa__
__no patrón me quedaré en el rancho como dice el contrato__
__Ana Luna puedes olvidar ese estúpido contrato__
__ya le dije no le daré un motivo para incumplir mi contrato__dijo haciendo una mueca de dolor__Nelly me acompañas un momento para ver qué podemos hacer con mi cabello__
__si mi angel__
Ana Luna siguió caminando sin mirar atrás, no estaba interesada en escuchar lo que decía Juan Manuel, sentía una extraña sensación siempre que estaba a su lado y quería averiguar porque.

AUSENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora