Kiss me after the rain. [SoraMafu]

𝟢𝟣. 𝒫𝒽𝑜𝓉𝑜 𝒷𝑜𝑜𝓉𝒽

—¿Ya terminaste? No olvides marcar la cantidad correcta, ¡y los efectos, Soraru-san! No olvides los efectos. ¡Wah! ¿Ya está? ¿Soraru-san?

—Estás siendo demasiado ruidoso, ugh...

—Tardas demasiado, Soraru-san. ¿Quieres que lo haga yo?

Mafumafu hizo un mohín y retrocedió un par de pasos, sentándose en la pequeña banca al fondo de la cabina de fotos. Si no estuviera acostumbrado a Soraru, probablemente se habría sentido un poco mal por la manera tan aparentemente brusca que tenía el mayor de pedirle que se callara. Pero él llevaba años conociéndolo, y era algo así como su mejor amigo, ¿tal vez? No lo sabía a ciencia cierta, sin embargo, si Soraru-san era capaz de soportarlo durante tanto tiempo pese a considerarlo molesto y ruidoso, entonces Mafumafu definitivamente debía ser especial para él.

Con eso en mente, ignoró los gruñidos de frustración que Soraru-san soltaba de vez en cuando, en voz bajita, y sonrió.

—Oi. ¿De qué te ríes?

—¿Ya terminaste, Soraru-san?

—Creo que ya casi... ¿Y qué es tan gracioso, de cualquier forma?

—Ah, uhm, nada. Pensaba en que, bueno, esta es algo así como, ¿nuestra primera cita? No lo sé, ¿eso suena raro?

—¿Hah? —Soraru le observó con una sonrisita burlona que hizo a Mafumafu ruborizarse un poco—. Claro que suena raro, tonto. No es que las cuente, ¿sería como nuestra veinteava cita?

—Oh, ¿pero no salimos más veces que esas?

—Uuhn —balbuceó, afirmativamente—. ¿Ir a comprar mercancía de GochiUsa cuenta como una cita?

—Hmm... ¡No lo sé! Pero, ahora que lo dices, no lo creo. O tal vez, ¿para una pareja de otakus? Entonces tal vez sí...

—No creo que sea lo mismo, sólo tú compras mercancía de GochiUsa, yo simplemente te acompaño.

—Y haces la fila por mí.

—Y hago la fila por ti... —coincidió, asintiendo.

—Lo siento, Soraru-san. Gracias por tu esfuerzo. —Soraru volvió a asentir, esta vez restándole importancia, y continuó con lo suyo mientras Mafumafu le veía batallar con la configuración en la pantalla táctil—. Oh, ¿te referías a que cuentas sólo las citas en las que hacemos cosas «románticas»? Por eso no contaría como una cita cuando salimos a caminar o a comer.

—Dije que no las cuento. Y no creo que lo que hacemos sea especialmente romántico...

—Pero son cosas que hace una pareja, ¿no?

—Bueno, sí. Pero... Oh, ya terminé. —Se apresuró a sentarse junto a Mafumafu—. ¿Listo?

—¡Sí! Di «queso», Soraru-san.

—Espera, no te acerques tanto--

Mafumafu rodeaba los hombros de Soraru con uno de sus brazos, mientras apoyaba su mejilla contra la de Soraru y sonreía enseñando los dientes, haciendo a la vez un signo de paz con su mano libre. Por su parte, Soraru apenas tuvo tiempo de mirarle de reojo y luego volver la vista al frente, esbozando una tímida sonrisa.

Clic.

—¡Oh, ahora tenemos que hacer una pose, Soraru-san!

Soraru asintió torpemente y se apresuró a improvisar la primera pose que se le viniera a la cabeza, la cual resultó ser simplemente alzar ambas manos, levantando los dedos en forma de «V». Escuchó el clic de la cámara automática, y luego a Mafumafu indicándole que ahora debían hacer muecas o «caras raras».