Bad Elections

11

—Días después —

Kara ya es capaz de caminar sin muletas, por supuesto aun le duelen las costillas cuando hace movimientos bruscos, pero ha sabido sobrellevar la situación. En la escuela todo ocurre con normalidad, ya que solo algunos le preguntaron sobre su estado, generalmente a quienes ayuda con sus tareas, quizás por temor a que puedan perderla y reprobar el año. Imra la acompaña en el almuerzo como siempre, es una persona amable, dispuesta a ayudarle en algunos aspectos que requieren fuerza física, y eso le recuerda que prometió hacer ejercicio. El doctor le dijo que era conveniente, sus costillas mejoraron y el dolor que experimenta es producto de los hematomas y por supuesto, su mala calidad de salud.

-Entonces, Luthor quiere entrenarte-

-Sí, y tiene razón, debo aprender a defenderme o entonces la próxima vez sí podrían matarme-

-Kara — La rubia la mira con el burrito en la boca, provocando que ría — Dime la verdad-

- ¿Cuál verdad? — Pregunta después de tragar.

-El secuaz de Luthor, fue quien te golpeó, ¿Cierto? -

Kara baja lentamente el burrito a su plato, mirando la seriedad de Imra, no entiende cómo ella pudo darse cuenta, así que ahora tiene muchas dudas en su mente, por lo que bebe lentamente de su jugo, suspirando largamente para después responder.

- ¿Cómo lo sabes? -

-No es difícil de descifrar, Kara, él te odia por quitarle la oportunidad de estar con Lena, así que lo creo capaz de hacer este tipo de cosas, sin embargo, algo no termina de convencerme-

- ¿El por qué se atreve a desafiar a Lena? -

-Sí, sé que es un troglodita, pero no creo que sea tan estúpido-

-También lo he pensado, debe sentirse protegido por alguna razón desconocida o alguien desconocido-

-Correcto, no entiendo cómo Luthor no sospecha de él-

-Sé que lo hace, pero no tiene pruebas y no pienso quedar como una cobarde ante él-

- ¿Y sí ella lo descubre? Quiero decir, que tú le ocultaste esa información-

-Posiblemente enfurezca, pero a pesar de todo es una mujer inteligente, sabrá comprender mis razones-

-Entiendo, piensas entrenar para hacerle frente al mastodonte-

-No del todo, es más la acción de poder defenderme, o escapar con estilo — Bromea, guiñando e Imra ríe — No soy partidaria de la violencia, creo que existen más métodos para la confrontación-

- ¿Cómo cuáles? -

-Lo siento, pero ese es mi secreto-

Kara sonríe con suficiencia provocando extrañeza y curiosidad en Imra, pero esta no dice nada y simplemente asiente. Al terminar sus alimentos ambas se dirigen a sus respectivas clases. Durante las horas restantes, Kara piensa detenidamente en una manera para evitar el próximo ataque de Olsen, ya que posiblemente no le sea suficiente enviarla al hospital. Tiene cierta sospecha de que no está actuando solo por su odio, debe haber algo más, ese impulso a hacerlo sabiendo que no será descubierto, ya que los amigos de Lena no pudieron hallar pistas, y sabe que ese neandertal es todo, menos inteligente.

-Tal vez... — Susurra para sí, evitando que los demás la oigan — Tienes a un gran aliado-

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—GYM —

Lena llega minutos antes al gimnasio, donde comienza a revisar que todo esté en orden para el entrenamiento, y aunque ella quisiera instruir a Kara, sabe que es una mala idea, esa tensión sexual entre ellas ha incrementado, por supuesto que sería una distracción estar cuerpo a cuerpo, y aunque desea tener sexo aquí, primero de ayudarla a ejercitarse. Para eso, llamó al hombre quien la entrenó años atrás. Un hombre alto de color, aproximadamente 2m de altura, es fuerte y ágil, Eobard siempre lo llama cuando requieren fuerza y astucia en lugar de dialogar como casi siempre cierra sus negocios.